* Reos al enterarse del cambio de cárcel, comenzaron a rebelarse, quemaron colchones, ropas y otros artículos
* Familiares de los internos se enfrentan con la policía, al no tener información alguna de la situación de sus familiares
Leonardo Juárez R.
notiredmexico
A más de 48 horas de ocurrir un enfrentamiento entre internos de los dormitorios "C" y "D" del penal de Apodaca, que dejó un saldo de 40 presos muertos y 30 fugados, de nueva cuenta por la tarde de ayer la violencia regresó al interior y exterior del centro penitenciario, después de que un operativo realizado por la Policía Federal y el Ejército mexicano, para el traslado de aproximadamente 470 de los 2 mil 752 presidiarios a otros centros de reclusión, provocó una rebelión al interior. Mientras que en el exterior más de 70 familiares de los reclusos se enfrentaron con la policía local, al no tener información alguna de la situación de sus seres queridos.
El vocero de seguridad de Nuevo León, Jorge Domene indicó que en el despliegue las fuerzas federales revisaron las instalaciones penitenciarias, y realizaron el traslado a otros penales de máxima seguridad fuera de esta entidad, sin precisar si serían a los tres centros carcelarios que hay en la entidad, asimismo, desmintió las versiones de que hubiera enfrentamientos o lesionados, "los incendios ya fueron controlados, en su momento se le dará información a los familiares".
Los hechos se suscitaron alrededor de las 18:40 horas, a donde arribaron 30 unidades de la SSPF y diez militares, quienes ingresaron al centro penitenciario, al tratarse de un operativo federal.
Trascendió que al enterarse del despliegue federal algunos de los presos, vía teléfono celular comunicaron la situación a sus familiares, por lo que en cuestión de minutos las inmediaciones del Cereso neoleonés se vieron llenas de gente, quien molestos con la noticia, lanzaron piedras contra las unidades de la policía ciudadana, que ingresaban al lugar, protestando por el traslado y exigiendo a las autoridades penitenciarias que se les dejará en esa cárcel.
La mayoría de los quejosos eran mujeres, quienes se enfrentaron con la fuerza pública, cuando intentaron tirar la malla ciclónica del inmueble, en busca de entrar al centro penitenciario, en algunos momentos los policías se replegaban, momento que aprovechaban las enardecidas féminas para tratar de romper el candado de seguridad a base de golpes con piedras de diversos tamaños.
En paralelo, varias mujeres y familiares de los internos, en protesta por esta acción, lanzaron piedras y palos a unos 200 policías antimotines de seguridad pública del estado, que vigilan el acceso y perímetro del inmueble penitenciario.
Mientras que otro grupo, prendió fuego a bolsas de basura y maderos, tratando de impedir la acción de los representantes de las autoridades, en otras partes pusieron barricadas. La tensión aumentó aún más cuando se comenzaron observar las llamaradas y columnas de humo desde el interior de la cárcel, incluso se escucharon algunas detonaciones de armas de fuego, aunque la autoridad estatal no confirmó ni desmintió estos hechos.
De acuerdo con los primeros informes, la Policía Federal se encontraba realizando un operativo para trasladar a reos de alta peligrosidad a otros centros penitenciarios, lo que posiblemente, ocasionó la molestia de cerca de 70 familiares de reclusos. Otra versión señala que sólo se realizaba un cateo en el inmueble, por los lamentables hechos de la madrugada del lunes pasado.
Realizan fogatas en señal de protesta
Algunos de los internos sacaron de sus galeras, colchones y otros objetos, los cuales rociaron con alcohol y otro combustible, prendiéndoles fuego, lo que generó que efectivos federales y ministeriales acudieran a controlar la situación. Fueron más de cuatro horas de tensión, bomberos y Cruz Roja ingresaron al centro penitenciario para controlar el siniestro.
En ese sentido, el comandante de bomberos Andrés Molina, indicó que en la afueras del penal los familiares de los reclusos prendieron fuego a basura y ramas, las conflagraciones fueron ya controladas en ambos lugares por ocho "tragahumo", una pipa de la corporación.
En esos momentos corrió la versión de que habría ocurrido una riña entre internos, lo que ocurrió en el patio del penal y en un corredor del mismo. Hasta el momento, no hay informe de lesionados. Algunas mujeres eran atendidas de heridas superficiales, ya que con trozos de madera intentaron vencer los portones externos del penal e incluso, escalar las mallas de seguridad en el lugar. El tránsito en la carretera Carretera Salinas-Victoria, lateral al penal, ha sido completamente cerrado.
Alrededor de las 22 horas, el gobierno de Nuevo León confirmó que el objetivo del operativo dentro del penal de Apodaca fue para restablecer el orden en el centro de reclusión y encontrar a los responsables de la muerte de los 44 reos durante la riña de la madrugada del domingo. La situación al interior del penal está controlada.
Informó que en las operaciones participaron al menos 200 elementos uniformados de distintas corporaciones.
En ese sentido, el vocero de seguridad estatal, Jorge Domene Zambrano, mencionó que las dos fumarolas que aún se mantienen en la zona oriente del centro penitenciario fueron causadas por objetos que los mismos internos incendiaron, además, señaló que ya fueron cambiados a otros penales los primeros reos federales.
Explicó que los traslados se llevarán a cabo en las próximas horas y que los internos serán llevados a centros penitenciarios fuera de la entidad, como lo marca la Procuraduría General de la República (PGR). En el penal de Apodaca, donde hay una población de más de 2 mil 700 internos, cerca de mil 200 son procesados por delitos del fuero federal. Se prevé que los traslados se realicen sólo contra los reos de más alta peligrosidad.
En tanto, familiares de reos acusaron que había heridos, incluso muertos, al interior del centro penitenciario, sin embargo, las autoridades del penal han comunicado que todo se encuentra ya bajo control y que no hay heridos
Relacionan a 16 custodios con matanza
Domene Zambrano, dio a conocer que hasta el momento son 16 los custodios que confesaron estar implicados en el motín del penal de Apodaca, que finalizó con la muerte de 44 presos y 30 reos fugados, por lo que pasó de 18 a 40 el número de custodios retenidos para ser investigados por este hecho.
Indicó que "los custodios descaradamente abrieron las puertas y permitieron la salida del dormitorio a los talleres, de ahí a la torre", por donde logaron huir los internos.
Detalló que los videos del sistema de circuito cerrado del penal, aproximadamente más de 200 personas del ambulatorio C, pertenecientes a Los Zetas, fueron los que invadieron el ambulatorio D, donde ocurrió la matanza de integrantes del cártel del Golfo.
Manifestó que la mayoría de las víctimas fallecieron a causa de golpes en la cabeza y algunos "quedaron irreconocibles de tanta agresión que recibieron"; y que han sido reclamados 31 cuerpos.
Ejecutan a tres internos de Topo Chico
Por otra parte, las autoridades judiciales de Nuevo León señalaron que un cabecilla del cártel del Golfo y dos de sus cómplices fueron asesinados ayer en el penal de Topo Chico.
Se trata de Alan Josué González Rojas, Alane, de 24 años; Jorge Eduardo González Salas, de 32, y Dewin Vianey Rojas Martínez, de 28, quienes fueron detenidos el 31 de enero y que el pasado jueves 16 de febrero fueron presentados por la Agencia Estatal de Investigaciones.
González Roja era señalado como el líder del cártel del Golfo en el municipio de Allende, durante su presentación, apuntó, se informó que Alane había obtenido hasta 15 millones de pesos por el pago de rescates, y también se le acusaba de ser el responsable de diversos homicidios.
Como presuntos responsables de las tres muertes fueron señalados los internos Eduardo Sánchez Contreras, de 21 años, (acusado de robo con violencia), y Jesús Sandoval Gámez, de 32, preso por homicidio calificado.
La triple ejecución ocurrió cuando los dos hombres se encontraban en el área de observatorio y la mujer en enfermería, esperando ingresar al reclusorio de Topo Chico, ubicado en la zona norte de Monterrey.
Pie de Foto: El penal de Apodaca de Nuevo León de nueva cuenta se convirtió en una sucursal del infierno, tras el anuncio de cambio de centros de reclusión de reos de alta peligrosidad, familiares de los internos se enfrentaron con la fuerza pública, al no tener informes de la situación y exigir que se detuvieran los traslados.
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