Por: Noel F. Alvarado.
nalvamora@gmail.com
José Luis Guzmán Mar, de 36 años de edad, fue ejecutado de tres balazos por los tripulantes de un automóvil en la delegación Azcapotzalco, quienes tras cometer el crimen, escaparon. El asesinato, tiene tintes de venganza relacionado con cuestiones de narcomenudeo.
Agentes de la policía Investigadora del Distrito Federal, llevan a cabo exhaustivas investigaciones a fin de obtener información que los lleve a localizar y detener a los asesinos.
Las primeras investigaciones de la procuraduría capitalina y los reportes de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, señalan que en Azcapotzalco, los tripulantes de un vehículo interceptan a un hombre que caminaba hacia su domicilio; dos se bajan de carro, llegan hasta su víctima y lo matan con tres tiros al pecho e inmediatamente se dan a la fuga.
El hombre quedó muerto en la banqueta, entre un poste y un automóvil estacionado, la policía contabiliza tres impactos en el cuerpo del ahora fallecido pero en el lugar fueron encontrados al menos siete casquillos de calibre 9 milímetros, mismos que son analizados en los laboratorios de la Coordinación General de Servicios Periciales de la procuraduría capitalina.
Los hechos ocurrieron como a las dos de la mañana en la esquina de las calles Cazadores y Mercaderes en la Unidad Habitacional El Rosario, hasta donde acudieron en cuestión de minutos varias patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.
Según la policía, se trata de un ajuste de cuentas pues logran conocer que el fallecido tenía problemas con un grupo pandilleril de la zona.
Debido a que en el lugar de los hechos quedaron regados varios casquillos percutidos, el personal del Ministerio Público pidió que la policía tendiera un cordón de seguridad con la finalidad de resguardar la escena del crimen.
Mientras eso ocurría, las patrullas de Azcapotzalco se coordinaban para la búsqueda de los asesinos quienes viajan en un vehículo compacto de color negro pero del que no se sabe el número de las placas y que huyó con rumbo a Tlalnepantla, Estado de México.
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