Por: Noel F. Alvarado.
Un llamado de justicia piden familiares de Salvador Larios Alcázar, detenido, procesado y sentenciado por el Juez 64 penal, Cancino Carlos Morales García, del Reclusorio Preventivo Norte, debido a que –presuntamente- sin elementos, pruebas ni testigos que lo sentenciaron a 14 años de prisión por el delito de robo con violencia a una casa habitación de la delegación Tlalpan. Tíos de Salvador, imploraron al presidente del TSJDF, Edgar Elías Azar, intervenga, a fin de que no se distorsione la justicia y el caso sea minuciosamente revisado, toda vez que –aseguran-, sin pruebas sentenciaron a Salvador.
Alberto Larios, tío de Salvador, explicó que el pasado 24 de enero del presente año, cuando Salvador Larios Alcázar de 27 años de edad licenciado en mercadotecnia, egresado de la Universidad Anáhuac del Sur, se dirigía como de costumbre a su trabajo fue detenido ilegalmente -sin orden de presentación, ni muchos menos de aprehensión- por agentes del Ministerio Público de la Delegación Tlalpan, por la supuesta comisión del delito de robo a mano armada a casa habitación y violación en grado de tentativa.
Los delitos que se le imputan a Salvador derivan de una falsa acusación en su contra. Quieren hacerlo responsable de un supuesto asaltó a una casa ubicada en el Fraccionamiento Club de Golf México, asalto que se llevó a cabo a las 12:30 horas del día 29 de agosto de 2011. Es decir, 5 meses antes de su detención, señaló.
Dijo que durante esos 5 meses –naturalmente- ni Salvador, ni su familia, amigos o conocidos, tuvieron conocimiento ni del delito, ni de la existencia de la averiguación previa en la que falsamente se le acusa. Al momento de su ilegal detención, consciente de que se trataba de una equivocación, Salvador no ofreció resistencia alguna, solo se limitó a establecer contacto con sus familiares a fin de resolver el malentendido en el que se vio involucrado.
Tras la detención, los familiares de Salvador contrataron en primer momento como abogado defensor José Ramón Greenham, quien actuó en forma negligente buscando obtener beneficios económicos derivados de la pena que aqueja a la familia.
De la lectura de la averiguación previa correspondiente se desprende que el delito se cometió en la casa habitación ubicada dentro del Club de Golf México, en agravio de las personas que en ese entonces se encontraban en la misma la doctoraa. María de Lourdes García Mollinedo –a quien Salvador presuntamente intentó violar-, el personal de servicio doméstico –Elizabeth Mendoza Espinoza y Eva Franco Hernández.
La denuncia del delito fue presentada por el doctor Alfonso Antonio Rosado Buzzo -cónyuge de la víctima-. Las descripciones fisonómicas de los presuntos delincuentes proporcionadas por las agraviadas no coinciden en nada con el aspecto físico de Salvador; y menos aún con el supuesto "acento sudamericano" que dicen reconocer de quienes cometieron la fechoría.
La acusación parte de las videograbaciones solicitadas por quienes los acusan a la administración del Fraccionamiento Club de Golf México. En dichas grabaciones, aparece Salvador Larios Alcázar ingresando al Fraccionamiento el 29 de agosto de 2011 a las 20:37 horas, es decir, aproximadamente 8 horas después de que se cometió el robo que se le imputa.
Salvador acudió aquel día, como comúnmente lo hacía, a casa de su amigo José Gómez Castillo, joven de 28 años quien habita en Av. San Buenaventura no. 612, a una reunión de 'poker' con sus amigos, situación que consta en los videos de vigilancia referidos. En los videos, claramente se distingue la vestimenta, fisionomía y automóvil, en el que Salvador ingresó aquella noche a las 20:37 horas al Fraccionamiento Club de Golf México.
Es indispensable señalar que el personal de vigilancia del Fraccionamiento nos comentó haber recibido presiones por parte de los agraviados para incriminar a Salvador. De una revisión a los videos anteriores y posteriores al día en que se cometieron los delitos por los que hoy lo acusan, se puede verificar claramente que Salvador acudía al Fraccionamiento Club de Golf México comúnmente, pues las partidas de 'poker' entre los amigos de Salvador eran constantemente en casa de José Gómez Castillo, sin que se registrara anomalía alguna en las visitas de Salvador y sus amigos, circunstancia que es de llamar la atención.
A pesar de la irregularidades que plagan el expediente, de la ilegalidad de su detención y de la inconsistencia de las pruebas que sustentan la acusación, Salvador fue trasladado al Reclusorio Varonil Sur. Todo parece indicar que hubo fuertes incentivos económicos para que esto sucediera, por parte de quienes hoy lo acusan, mismos que se siguen dando y han entorpecido el procedimiento penal, denunciaron familiares del sentenciado.
Publicar un comentario