Por: Noel F. Alvarado.
Momentos de euforia futbolística se viven en estos momentos en el Estado Azteca, donde arriban miles y miles de aficionados para presenciar y apoyar a las Aguílas del América o a la máquina celeste del Cruz Azul.
El ingreso al coloso de Santa Úrsula, es estrictamente vigilado por uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal y personal de protección Civil.
Las inmediaciones del estado Azteca, se ha vestido de amarillo y azul, colores alusivos a los equipos América y Cruz Azul. Además de vestir playeras, gorras y pelucas de esos colores, otros llevan banderas, y otros más se han pintado la cara con los logotipos del América y del Cruz Azul.
Dentro y fuera del Estadio Azteca, se vive ya un ambiente eufórico, pues todos se encuentran listos ya para presenciar este esperado encuentro de la final del futbol entre las Águilas del América y los cementeros del Cruz Azul.
A unas horas de que inicie el partido de vuelta de la Final del Clausura 2013 entre América y Cruz Azul, los aficionados al futbol ya empezaron la fiesta en el Estadio Azteca.
Poco antes de las 15:00 horas, el panorama al sur de la Ciudad de México parecía tranquilo, como un domingo cualquiera; sin embargo, conforme los minutos transcurrieron, las playeras"azulcremas" y "celestes" comenzaron llegar donde se conocerá al próximo campeón del futbol mexicano.
La Secretaría de Seguridad Pública implementó un fuerte dispositivo en la zona, para evitar cualquier tipo de desmanes que pudieran presentarse.
En el club América, sobre la avenida de Prolongación División del Norte, se reunieron los diferentes grupos de animación del cuadro americanista, que poco después de 15:30 horas ya sumaban más de mil personas, para de ahí partir en caravana al colosos de Santa Úrsula.
Poco después de las 16:00 horas, el estacionamiento del estadio dos veces mundialista, ya lucía a la mitad de su capacidad, con más 50 autobuses, en su mayoría de interior de la República, procedentes de Veracruz, Puebla y Oaxaca, entre otros.
Para que la fiesta fuera completa, previo al comienzo de este duelo, un mariachi ofrecía sus servicios a aquellos aficionados que quisieran llevar a cabo un festejo como preámbulo de lo que podía venir en las próximas horas o en su caso, algunas canciones para derramar las lágrimas de aquellos que no levanten la copa.
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