Como parte de su tratamiento, un grupo de adolescentes en conflicto con la ley aprendió a sembrar y participará en la construcción del "Huerto de los Niños", un camellón de más de 100 metros cuadrados ubicado en la estación Circuito de la Línea 1 del Metrobús .
Incluso, los menores que son atendidos por el Sistema Penitenciario del Distrito Federal en externación fueron certificados por el colectivo Mi Verde Morada, encargado de la capacitación, lo que les permite aspirar a un empleo permanente en Puntos Sustentables, organización civil dedicada a instalar huertos urbanos en diferentes zonas de la Ciudad.
El "Huerto de los Niños" es un proyecto encabezado por la Delegación Cuauhtémoc y será sembrado entre el 6 de junio y el 29 de agosto.
"Ir a sembrar al 'Huerto de los Niños' es dar algo bonito, como para que la gente diga: 'Algo bueno aprendió'", dice Armando, quien encuentra en el Taller de Huertos y Agricultura Urbana una oportunidad laboral que a futuro le permita empezar su propio proyecto.
El adolescente aprendió a cultivar jitomate, lechuga, zanahoria, acelga, pepino, calabaza y chayote en el lugar menos esperado. A los 14 años de edad, a Armando, se le hizo fácil subirse a robar en un microbús pero fue detenido y se le impuso una medida de un año en tratamiento.
En ese sitio, los jóvenes reciben tratamiento en libertad y además de actividades educativas, terapéuticas y culturales, se busca acompañarlos en la construcción de nuevas alternativas de vida.
El colectivo Mi Verde Morada tiene como objetivos hacer entender a los jóvenes la importancia de cuidarse a sí mismos cuidando a otro ser vivo, así como el valor del trabajo en equipo; incentivar la integración familiar y acercarlos a técnicas autosustentables.
El taller fue impartido ente marzo y mayo a un grupo conformado por seis adolescentes y tres empleados de la Dirección General de Tratamiento para Adolescentes, quienes replicarán los conocimientos adquiridos instalando un huerto dentro de la comunidad en que laboran.
"Nunca había plantado, es la primera vez; quiero hacer un huerto en mi casa. Me gusta ver cómo va creciendo la plantita con el tiempo", dice Armando. "Cuando le platico a mis papás lo que hago aquí y como también ya he trasplantado cilantro en la casa, me dicen 'ora sí te estás portando bien".
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