Los hechos ocurrieron al final de la tarde de hoy sábado en la Avenida Brasil, una de las principales vías de Río de Janeiro y en la que se formó un gigantesco embotellamiento, debido a que la policía bloqueó las calles, mientras cercaba el vehículo.
El agresor, identificado como Paulo Alberto da Silva, de 32 años y al parecer consumidor de crack (derivado de la cocaína), supuestamente pretendía asaltar a los pasajeros de un autobús que pasaba por la Avenida Brasil, pero ante el fracaso del plan, tomó a dos personas como rehenes cuando se vio cercado por la policía.
Da Silva, al parecer bajo efectos de drogas, amenazó durante todo el tiempo con acuchillar a una pasajera de 18 años que tomó como rehén y al conductor del autobús, que permaneció en el vehículo.
El acto violento fue transmitido en directo por las redes de televisión, que constantemente recordaron un hecho similar ocurrido en 2000 en Río de Janeiro y que, tras una fracasada operación policial, terminó con la muerte del asaltante y de una rehén.
El 12 de junio de 2000, un joven asaltante que había sobrevivido a una matanza de niños de la calle tomó como rehenes durante unas cuatro horas a 11 pasajeros de un autobús del servicio público que se desplazaba por una importante y concurrida avenida de la zona sur de Río de Janeiro.
La policía intervino tras varias horas de negociaciones y mató a una de las rehenes antes de poder dominar al agresor.
El asaltante fue introducido con vida en un coche policial a la vista de todas las redes de televisión, pero murió por asfixia en una acción que nunca fue totalmente esclarecida y que significó un duro golpe para la credibilidad de las autoridades.
El hecho de entonces también fue transmitido por la televisión sin interrupción e inspiró a los directores de cine Bruno Barreto y José Padilha para producir los premiados filmes "Onibus 174" y "Ultima Parada: 174".
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