¡ESTRANGULADOS!

Noel F. Al­va­ra­do, Fo­to: Ser­gio Váz­quez

VI­LLA NI­CO­LAS RO­ME­RO, Méx.- Las ven­gan­zas del cri­men or­ga­ni­za­do que ope­ra im­pu­ne­men­te en el Es­ta­do de Mé­xi­co, no ce­san, de­bi­do a que hoy do­min­go, dos hom­bres fue­ron "le­van­ta­dos", so­me­ti­dos a cruel tor­tu­ra, es­tran­gu­la­dos y fi­nal­men­te -sus cuer­pos-, aban­do­na­dos -uno so­bre otro-, en la Co­lo­nia Bos­ques de la Col­me­na.

Una de las víc­ti­mas só­lo ves­tía ro­pa in­te­rior y en su es­pal­da te­nía un nar­co­men­sa­je que tex­tual­men­te de­cía: "soy El Chuky, no vol­ve­ré a se­cues­trar ni a ex­tor­sio­nar, que­do de ejem­plo".

De­bi­do a ello, los en­car­ga­dos de las in­ves­ti­ga­cio­nes pre­su­men que es­te do­ble ho­mi­ci­dio fue co­me­ti­do por una ven­gan­za; sin em­bar­go las pes­qui­sas con­ti­núan a fin de co­no­cer los mo­ti­vos rea­les por los que es­tas dos per­so­nas fue­ron ul­ti­ma­das.

Fue la ma­ña­na de es­te do­min­go, cuan­do ve­ci­nos de la Co­lo­nia Bos­ques de la Col­me­na de es­te mu­ni­ci­pio, los que des­cu­brie­ron los cuer­pos es­tran­gu­la­dos de dos hom­bres en un lo­te bal­dío de la es­qui­na de Ce­rra­da 12 y Ave­ni­da Mé­xi­co.

Los cuer­pos es­ta­ban uno so­bre otro y ade­más de pre­sen­tar vi­si­bles hue­llas de tor­tu­ra, es­ta­ban es­tran­gu­la­dos. Las víc­ti­mas eran de en­tre 28 y 30 años de edad. En la es­pal­da de uno de los ca­dá­ve­res, el de "El Chuky", que só­lo por­ta­ba ro­pa in­te­rior, le fue es­cri­to con tin­ta ne­gra el men­sa­je que lo acu­sa­ba de ser se­cues­tra­dor y ex­tor­sio­na­dor; el otro cuer­po ves­tía pan­ta­lón de mez­cli­lla y ca­mi­sa blan­ca.

Los tes­ti­gos de in­me­dia­to so­li­ci­ta­ron la in­ter­ven­ción de per­so­nal de los cuer­pos de so­co­rro y de la po­li­cía. Los pa­ra­mé­di­cos diag­nos­ti­ca­ron que ya te­nían va­rias ho­ras de ha­ber de­ja­do de exis­tir.

A la es­ce­na del do­ble ase­si­na­to acu­die­ron au­to­ri­da­des mi­nis­te­ria­les, pe­ri­cia­les y agen­tes po­li­cia­cos, los cua­les se die­ron a la ta­rea de rea­li­zar la ins­pec­ción ocu­lar y lue­go de re­co­ger to­da evi­den­cia, tras­la­da­ron los cuer­pos al cen­tro de jus­ti­cia de es­te mu­ni­ci­pio don­de se con­ti­núa con las in­ves­ti­ga­cio­nes.

Las ven­gan­zas de la ma­fia que ope­ra im­pu­ne­men­te en el Es­ta­do de Mé­xi­co, no ce­san, pe­se a los cam­bios en las áreas de Se­gu­ri­dad Pú­bli­ca y pro­cu­ra­ción de jus­ti­cia del go­bier­no de Eru­viel Avi­la Vi­lle­gas.