Mere Balanzar Esquivel, médico residente familiar de Oportunidades, asignada a la Unidad Médica Familiar del IMSS en Zamora, Michoacán, fingió su secuestro para llamar la atención y obligar a su expareja sentimental a regresar con ella, reveló la investigación realizada por el comisonado para la seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo y la procuraduría de Justicia del Estado.
La Procuraduría General de Justicia del Estado, dio a conocer que como resultado de las investigaciones y trabajos de inteligencia realizadas con respecto a los hechos denunciados el pasado miércoles 6 de agosto por la doctora Mere Balanzar Esquivel, de la institución pública con residencia en la ciudad de Zamora, que según su dicho, habría sido secuestrada y torturada como producto de una aparente venganza por una negligencia médica, se logró establecer que se trató de una acción planeada y ejecutada por la supuesta víctima con la finalidad de llamar la atención de su expareja.
De las actuaciones y diligencias practicadas por el personal de la Procuraduría del estado, se lo determinó que en las tres declaraciones que la denunciante rindió ante la representación social, se detectaron contradicciones con respecto a las circunstancias en que supuestamente habrían ocurrido los hechos.
La profesionista refirió que cuando fue privada de su libertad, fue llevada a un cuarto con paredes de madera y la mantuvieron sedada con jugos e inyecciones, testimonio que no fue acreditado en virtud de que médicamente se descartó que la mujer presentara huellas de venopunción.
Con relación al dicho de que durante los días de cautiverio le habrían sustraído un producto de 14 semanas de gestación por el área de pubis donde se observó una herida, clínicamente y con el apoyo de ultrasonidos, se demostró que no habría sido posible esta aseveración en virtud de que la mujer nunca estuvo embarazada; que la lesión que presentaba no había llegado a la cavidad del útero y tampoco existe inflamación o laceración del cérvix como secuela de que se le hubiera practicado un legrado vaginal.
En su testimonio, la mujer citó que durante los días del plagio se le permitía hacer unas llamadas a su ex pareja para decirle que estaba secuestrada; para verificar esta información el personal ministerial se trasladó a la población de Minatitlán, Veracruz a recabar la declaración del compañero sentimental, éste precisó que había recibido llamadas y mensajes de la profesionista en los que le informaba que estaba siendo torturada y que pedía que acudiera a buscarla.
Durante el trabajo de inteligencia, se detectó que los mensajes y llamadas se hicieron desde un punto de la Ciudad de México a través de dos equipos, uno propiedad de la doctora que utilizaban sus hijos y otro con lada de la ciudad de México.
Con respecto a la versión de que la profesionista nunca se cambió de ropa y que cuando salió del hospital traía su uniforme blanco, durante la inspección ocular realizada en el sitio donde fue auxiliada la mujer, se encontró una gorra beige y un par de tenis de color café, acreditándose mediante testimoniales que dichas prendas son propiedad de un hijo de la doctora y de su empleada doméstica.
El dictamen en psicología realizado a la denunciante, determinó que se trata de una persona con trastornos psicológicos.
Cabe hacer mención que una vez que se le explicó a la doctora que el avance de la investigación y los dictámenes con los que se contaban permitían establecer que se trataba de un hecho simulado, la denunciante manifestó que efectivamente se había tratado de un montaje para llamar la atención de su expareja, objetivo que no cumplió.
Con relación a los hechos, explicó que el día 31 de julio en los momentos que se encontraba laborando en un hospital de la ciudad de Zamora, sostuvo una discusión con su pareja, por lo que se salió de su trabajo y se dirigió a su casa por dinero. Ahí se cambió el calzado blanco por tenis y se cubrió el cabello con una gorra para que no la reconocieran, para luego dirigirse a la terminal de autobuses de Zamora, donde se registró con un nombre diferente y abordó un autobús para trasladarse a la Ciudad de México.
Estando en la capital del país, se dirigió a un hotel ubicado frente a la terminal de autobuses "Central del Norte", donde nuevamente proporcionó un nombre falso. En ese lugar planeó simular el secuestro con la finalidad de que su pareja acudiera a buscarla, por lo que salió a comprar un tubo de metal y navajas de afeitar, con las que se hizo algunas cortadas en las mamas y se produjo una incisión en el pubis que ella misma suturó.
En virtud de que su ex compañero no le respondía los mensajes, donde incluso le advertía que la estaban torturando, la mujer salió a comprar un chip con lada de la ciudad de México y nuevamente se comunicó con su ex pareja, quien le dijo que no podía ir por ella a rescatarla.
Al no cumplirse su propósito, la denunciante decidió regresar a Zamora y compró una cadena, un candado, un frasco de pintura vinil, cinta canela y una brocha.
La ofendida llegó a Zamora durante la madrugada del día 6 de agosto y se dirigió a una casa abandonada, lugar donde pintó el mensaje a los ginecólogos, a decir de ella, "con la finalidad de espantarlos"; se hizo una herida cortante en el glúteo y con la sangre mancho su pantalón; se amarró los pies, los ojos y la mano izquierda con cinta canela, para luego ella misma sujetarse con una cadena a una estructura metálica, de inmediato pidió auxilio, con los resultados ya conocidos.
Para determinar las conclusiones de esta investigación, la Procuraduría estatal recabó 28 declaraciones ministeriales tanto en la ciudad de Zamora como en Minatitlán, Veracruz; realizó 15 dictámenes periciales en materia de medicina, psicología, criminalística e informática, así como 10 inspecciones ministeriales en las ciudades de Zamora y Minatitlán.
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Fingió su secuestro doctora de Zamora, Michoacán
miércoles, 13 de agosto de 20140 comentarios
Noel F. Alvarado.
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