* Narra un mexicano sobreviviente cómo todo era confusión, olor a pólvora y sangre
TUNEZ, (Notimex y OEM-agencias).- El grupo extremista Estado Islámico (EI) se responsabilizó hoy del ataque armado de la víspera contra el famoso Museo del Bardo de Túnez, en el que perdieron la vida 23 personas, la mayoría turistas extranjeros, y advirtió que habrá más.
En una grabación de audio, difundida a través de Internet, el grupo extremista, conocido por decapitar a varios rehenes extranjeros, reclamó la autoría del atentado contra el Museo del Bardo y afirmó que es sólo el primero de lo que espera a Túnez,
"Esperen a que ver las buenas nuevas del daño que se les va a hacer a los impuros, lo que has visto hoy es la primera gota de la lluvia", afirmó la voz de un hombre quien se identifica como integrante del EI, según el portal del grupo de Inteligencia SITE, que monitorea sitios extremistas.
En el mensaje, el grupo terroristas aplaude la heroica acción en Túnez, que asegura fue perpetrada por dos de sus militantes, a quienes identifica como Abu Zkariya al Tunisi y Abu Anas al Tunisi y los describe como "caballeros".
La organización asegura que sus caballeros murieron sólo hasta que sus ametralladoras se quedaron sin municiones y sus bombas se agotaron.
El Estado Islámico (EI) tiene filiales en la vecina Libia , a donde muchos tunecinos se han ido a luchar y a entrenar con grupos extremistas, algunos de ellos leales a ese grupo extremista, que controla amplias zonas de Siria e Irak.
liberaron a los turistas
El asalto al Museo del Bardo concluyó horas después, luego de que las Fuerza de Seguridad abatieron a dos de los asaltantes y liberaron a los turistas que se encontraban al interior del museo, el más grande de Túnez, reconocido por tener una de las mayores colecciones mundiales de mosaicos romanos.
El ministerio de Salud confirmó hoy que un total de 23 personas perdieron la vida en el ataque armado, 18 turistas extranjeros y cinco tunecinos, incluidos los dos asaltantes que fueron abatidos durante el operativo.
El asedio tuvo lugar justo días después de que un tunecino yihadista lanzó un mensaje en Twitter, en el que juró fidelidad a Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo extremista Estado Islámico, según el grupo de inteligencia SITE, aunque no hay alguna conexión.
En su mensaje, el yihadista afirmaba pertenecer al Jund al Khilafah de Túnez, que en diciembre prometió lealtad a EI, antes conocido como Estado Islámico de Irak y Levante (EIIL).
connacional burlo
balas asesinas
Estaba desesperado, así narró el mexicano Jorge Manzur, los momentos del asalto al Museo del Bardo, en los cuales estuvo de frente con los agresores y vivió momentos en que todo era sonidos estridentes de impactos de bala; su objetivo era encontrar a su hijo, mientras percibía que los soldados estaban dispuestos a dar la vida por él y los rehenes.
"Cuando busco a mi hijo en la parte de arriba y no lo veo empiezo a correr y me encuentro a esta gente. Volteo y uno de ellos me disparó a mi, casi a quemarropa y topan todos los disparos en el muro. Mi familia estaba en el museo, yo salgo y regreso a la zona del estacionamiento. Había un mundo de cadáveres y heridos tirados".
En entrevistas radiofónicas y televisivas dijo que le dispararon a 10 o 15 metros sin lograr herirlo, al estar detrás de un muro.
Narró cómo por circunstancias fortuitas vivió separado de sus familiares el ataque del grupo extremista.
Aseguró que la gente del museo, al igual que los militares protegieron a los civiles; "estaban dispuestos a dar su vida por nosotros. Yo vi cómo entraron a sacar personas heridas y cuerpos que quedaron ahí".
Así lo expresó en entrevista para ForoTV, al dar testimonio de momentos en que todo era confusión, olor a pólvora y sangre.
Jorge Manzur es uno de los ocho mexicanos que salieron ilesos del Museo del Bardo, donde un ataque terrorista del Estado Islámico cobró la vida de 23 personas el pasado miércoles.
Ya viaja en un crucero a Barcelona, para luego volar a México sano y salvo, así como los otros siete mexicanos, tres de ellos de su familia y el resto de otra, que junto con él festejeban sus 20 años de matrimonio.
Al recordar sus momentos solo en medio de la balacera y el querer regresar por su familia, dijo: "les pedí ayuda, me decían que no podían. No me dejaron regresar, me agarraron entre varios. Yo estaba desesperado. La gente nos protegió, estaban dispuestos a dar su vida por nosotros. Yo vi cómo entraron a sacar personas heridas y cuerpos que quedaron ahí".
Finalmente, agradeció a las autoridades diplomáticas de México el apoyarlo a él, a su familia y la que lo acompañaba en estos momentos que marcarán su vida
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