MADRID, España, (OEM-EFE).- El Airbus de la compañía Germanwings siniestrado hoy cuando cubría la ruta Barcelona-Dusseldorf cayó durante 8 minutos hasta estrellarse en los Alpes franceses, sin que queden esperanzas de que haya supervivientes entre sus 150 ocupantes.
El presidente de la compañía aérea, Thomas Winkelmann, informó en rueda de prensa en Colonia que el avión, un A320 (AIPX), perdió el contacto con la torre de control francesa a las 9:53 GMT, cuando se encontraba a una altura de sólo 6,000 pies.
El avión había alcanzado una altura de 38,000 pies a las 9:45 GMT y después comenzó a descender.
El aparato no envió una señal de alerta antes de estrellarse, confirmó un portavoz de la Dirección General de la Aviación Civil francesa.
"Fue el controlador aéreo el que lanzó la alerta porque había perdido contacto con el avión, sobre las 10:30 hora local (9:30 GMT)", agregó la fuente, que destacó que nada indica que las condiciones meteorológicas fueran malas en el momento del accidente.
"Estaba en el espacio aéreo superior y normalmente las condiciones son buenas", concretó.
El vuelo 4U9525 de Germanwings, filial de Lufthansa, había salido de Barcelona a las 10:01 hora local (9:01 GMT) con destino a Dusseldorf, en Alemania.
En él viajaban 144 pasajeros (además de 2 bebés) y 6 miembros de la tripulación, entre ellos un capitán con 10 años de experiencia en Germanwings y su empresa matriz, Lufthansa.
Según Winkelmann, 67 de los ocupantes del aparato eran alemanes, aunque precisó que esa cifra podía variar y que no se daría más información sobre víctimas hasta que la conocieran sus familiares.
El gobierno de España dijo que en la lista de pasajeros había 45 con apellidos españoles, mientras que se confirmó una víctima belga y hay también un número indeterminado de turcos, según las autoridades francesas.
En esta localidad española reina la consternación, según comentó el concejal de Hacienda e Interior del Ayuntamiento de dicha localidad, Josep Aixandri.
También en Haltern, de la que procedían los 16 adolescentes alemanes, cuyo alcalde, Bodo Klimpel, aseguró que la ciudad vive el "día más negro de su historia".
El avión siniestrado había sido adquirido primero por Lufthansa y fue traspasado a Germanwings en enero de 2014.
Winkelmann hizo hincapié en que los aviones A320 son seguros y en que el capitán y el otro piloto, ambos formados en Lufthansa, tenían experiencia suficiente.
La compañía anunció que ha abierto una investigación del accidente, tras el cual canceló el vuelo Madrid-Dusseldorf programado para hoy aduciendo "razones operativas".
Horas después de la catástrofe, helicópteros que sobrevolaron la zona localizaron restos del fuselaje y "algunos cuerpos" de las víctimas, según el Secretario de Estado francés de Transportes, Alain Vidalies.
Los equipos de rescate enviados tendrán que alcanzar una zona "inaccesible por carretera" cerca del municipio de Prads-Haute-Bléone, en el departamento de Alpes de Haute Provence.
"Conozco bien el lugar, se trata de una zona escarpada y despoblada, cubierta por la nieve" a la que "sólo se puede acceder a pie", dijo.
Este guía de montaña, cuyo equipo vio el avión segundos antes de estrellarse, alertó de que el "fuerte viento" que se ha desatado está obligando a los helicópteros a volar "muy alto".
Una portavoz del Servicio Interregional de Météo-France del sudeste francés informó que mañana el clima "estará perturbado todo el día, no con mucha nieve, pero en cantidad suficiente para dificultar los trabajos de rescate".
Un testigo que vio el avión poco antes de que se estrellara afirmó que le sorprendió la poca altitud a la que volaba en una zona tan montañosa, aunque no percibió ningún otro elemento que delatara que el aparato se encontraba en problemas.
"Lo único que me extrañó es que a esa altura no iba a poder atravesar la montaña", relató Sébastien Giroux, que regenta una serrería en Prads-Haute-Bléone.
La Gendarmería francesa tardará varios días en recuperar los cadáveres de las víctimas, declaró al diario local "Haute-Provence Info" el teniente coronel Jean-Pierre Bloy, que precisó que "hay una docena de restos grandes, lo demás está muy disperso" en una zona "de entorno a una hectárea"
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