Genoveva Ortiz
En México, el 30 por ciento de medicinas vencidas se comercializan en el mercado ilegal, lo que equivale a 10 puntos porcentuales de la comercialización total de fármacos en elpaís.
Así lo reveló la Comisión Permanente del Congreso de la Unión al exhortar a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a fortalecer acciones para evitar la venta ilegal de medicamentos caducos.
Se destaca que existe un programa para abatir este problema, sin embargo, todavía hay millones de unidades de fármacos que no se recuperan; los cuales se venden en el comercio informal o se van a la basura, donde son causa de contaminación de los mantos freáticos y de intoxicación de la fauna.
Se menciona que a partir de marzo de 2012 entró en vigor un mecanismo de recuperación de fármacos vencidos a través del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos (Singrem), financiado por la industria y que a la fecha cuenta con 1,800 contenedores localizados en 90 ciudades de 13 estados, lo que representa una cobertura de 30 millones de mexicanos.
No obstante, los legisladores consideraron necesario revisar qué otras acciones se pueden poner en marcha para elevar la devolución y evitar que estos productos lleguen al comercio informal e ilegal, o bien se conviertan en focos de contaminación en los basureros.
Posteriormente, el Pleno aprobó un dictamen para solicitar al gobierno federal un informe sobre las acciones que ha implementado para disminuir el consumo de agua embotellada y lograr la potabilización y suministro de este líquido a la ciudadanía.
Del mismo modo, para pedir que se diseñen políticas públicas encaminadas a implementar bebederos con agua potable para consumo humano en parques, jardines y edificios públicos.
En el documento se señala que el Observatorio Hídrico de la UNAM ha advertido que debido a la mala calidad en el servicio de agua potable, 81 por ciento de los mexicanos la adquiere embotellada.
Esta situación, se agrega, ha convertido a nuestro país en el líder de consumo de agua embotellada, pues los mexicanos adquieren 26,032 millones de litros al año, de los cuales 70 por ciento son en garrafón y el resto en botellas tipo pet, material que tarda 500 años en degradarse.
Se ha advertido que este alto consumo tiene repercusiones negativas en materia económica, ya que cada familia gasta alrededor de 200 pesos mensuales en agua embotellada, lo que representa entre 5 y 10 por ciento de sus ingresos, mientras que para aquellas con mayores índices de pobreza significa hasta 20 por ciento.
Se indica que otro de los problemas que se ocasiona es el alto desecho de botellas, pues en México cada año llegan a la basura 8,000 millones de botellas de PET; y de ellas sólo se recicla alrededor de 20 por ciento.
Es por ello que senadores y diputados coincidieron en la necesidad de implementar medidas destinadas a mejorar el acceso al agua potable, que favorezcan -tanto a zonas rurales como urbanas- y disminuir el consumo de este líquido en botella.
Así lo reveló la Comisión Permanente del Congreso de la Unión al exhortar a la Secretaría de Salud y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a fortalecer acciones para evitar la venta ilegal de medicamentos caducos.
Se menciona que a partir de marzo de 2012 entró en vigor un mecanismo de recuperación de fármacos vencidos a través del Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos (Singrem), financiado por la industria y que a la fecha cuenta con 1,800 contenedores localizados en 90 ciudades de 13 estados, lo que representa una cobertura de 30 millones de mexicanos.
No obstante, los legisladores consideraron necesario revisar qué otras acciones se pueden poner en marcha para elevar la devolución y evitar que estos productos lleguen al comercio informal e ilegal, o bien se conviertan en focos de contaminación en los basureros.
Posteriormente, el Pleno aprobó un dictamen para solicitar al gobierno federal un informe sobre las acciones que ha implementado para disminuir el consumo de agua embotellada y lograr la potabilización y suministro de este líquido a la ciudadanía.
Del mismo modo, para pedir que se diseñen políticas públicas encaminadas a implementar bebederos con agua potable para consumo humano en parques, jardines y edificios públicos.
En el documento se señala que el Observatorio Hídrico de la UNAM ha advertido que debido a la mala calidad en el servicio de agua potable, 81 por ciento de los mexicanos la adquiere embotellada.
Esta situación, se agrega, ha convertido a nuestro país en el líder de consumo de agua embotellada, pues los mexicanos adquieren 26,032 millones de litros al año, de los cuales 70 por ciento son en garrafón y el resto en botellas tipo pet, material que tarda 500 años en degradarse.
Se ha advertido que este alto consumo tiene repercusiones negativas en materia económica, ya que cada familia gasta alrededor de 200 pesos mensuales en agua embotellada, lo que representa entre 5 y 10 por ciento de sus ingresos, mientras que para aquellas con mayores índices de pobreza significa hasta 20 por ciento.
Se indica que otro de los problemas que se ocasiona es el alto desecho de botellas, pues en México cada año llegan a la basura 8,000 millones de botellas de PET; y de ellas sólo se recicla alrededor de 20 por ciento.
Es por ello que senadores y diputados coincidieron en la necesidad de implementar medidas destinadas a mejorar el acceso al agua potable, que favorezcan -tanto a zonas rurales como urbanas- y disminuir el consumo de este líquido en botella.
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