J. Adalberto Villasana
Ayer, la Universidad Nacional Autónoma de México entregó doctorados honoris causa a personalidades en reconocimiento a su compromiso con el conocimiento, la cultura y la ciencia; a su trabajo desde diversas perspectivas, y a sus tareas en la búsqueda de equidad y mejores condiciones de vida para la Humanidad.
Ellos son: Roger Bartra Muriá, Juan Ramón de la Fuente, Luis de la Peña Auerbach, Olga Elizabeth Hansberg Torres, David Kershenobich Stalnikowitz, Olayinka Aina Koso-Thomas, Eduardo Lizalde, Jaime Bienvenido Mora y Celis, Rodolfo Stavenhagen, Robert Armand Verdonk y Federico Mayor Zaragoza, este último ausente por motivos de salud.
En la ceremonia solemne, el rector José Narro Robles sostuvo que ese grupo representa la pluralidad, "un valor que consideramos fundamental dentro de nuestras fortalezas. Para muchos de nosotros esta condición forma parte de la esencia de la academia, porque con ella coexisten e interaccionan diversas teorías o métodos, y con ella no florecen verdades absolutas, definitivas o inamovibles".
Asimismo, señaló que en virtud de que el conocimiento es la gran palanca del desarrollo, también constituye una de las mejores expresiones de lo que nuestra institución puede ofrecer a la sociedad. Sólo de esta forma haremos de ella una verdadera colectividad que fundamente el progreso y desarrollo individual y colectivo en el saber y los valores laicos.
A nombre de los investidos, Olga Elizabeth Hansberg afirmó que la Universidad es un laboratorio social, un espejo del país y una impulsora de muchos de los logros científicos, artísticos, sociales y políticos que ha tenido la nación en los últimos 100 años. La de la UNAM ha sido una historia intelectual larga, compleja y difícil, pero esencial para la vida de México.
Además, la integrante del Instituto de Investigaciones Filosóficas (IIFs) externó que la educación superior de calidad y la investigación, lejos de ser un lujo, son indispensables para la solución de los problemas.
En tanto, Robert Armand Verdonk, director de la Cátedra de Estudios Mexicanos de la Universidad de Amberes, Bélgica, resaltó el reconocimiento, proveniente de la institución educativa que en el transcurso de su fructífero recorrido se convirtió en líder de México e Iberoamérica.
La Universidad no sólo se distingue por el alto nivel de su docencia e investigación, sino por su compromiso con la cultura, que no sólo es institucional, sino una obligación individual que cada profesor asume al ser nombrado en esta casa de estudios, acotó.
La Orquesta Juvenil Universitaria Eduardo Mata amenizó la ceremonia de investidura, a la que también asistieron los exrectores Guillermo Soberón y Octavio Rivero, así como integrantes de la Junta de Gobierno y del Patronato, directores, funcionarios, académicos y alumnos, entre otros
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