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El amor y fe se desboraron en la indigne y nacional Basílica de Guadalupe donde acudieron millones de peregerinos, procedentes de todo el territorio mexicano, así como de otros países, quienes dieron gracias a la reina de los mexicanos.
Miles y miles de fieles católicos se concentraron en el máximo templo religioso de México, localizado en el cerro del Tepeyac, en la delegación, Gustavo A. Madero.
Desde antes de que iniciera Diciembre los peregrinos empezaron a llegar a la Basílica de Guadalupe. Para ello recorrieron a pie desde sus pueblos, municipios, ciudades y estados. Unos a pié, otros en bicicleta, en tanto que otros lo hicieron en vehículos y camiones de carga.
Ayer, el pasaje papal, se vio lleno de hombres, mujeres y niños; unos cantaban, otros rezaban; otros oraban y pedían a la virgen María por los enfermos, por los más necesitados; en tanto que otros daban gracias a la morenita del Tepeyac, por los milagros recibidos durante el año.
Todos cargando imágenes de la virgen, otros con playeras estampadas con la morenita del Tepeyac. Unos en Bicicletas, cargaban pequeñas, medianas y grandes imágenes de la virgen de Guadalupe.
En sus rostros de los peregrinos, se notaba el cansancio y pese a ello, no dejaban de caminar para llegar y apostarse a los pies de la Guadalupana.
El fervor se desbordó durante la tarde, noche de ayer y, aún en la madrugada de hoy, miles y miles de peregrinos recorrieron el pasaje papal, el cual se vio una vez más multicolor de gente que se sirigía a la Basílica de Guadalupe, donde millones de peregrinos agradecieron a la Virgen María las bondades y milagros recibidos.
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