Alvaro Velázquez
notiredmexico
ATIZAPAN DE ZARAGOZA, Méx., 28 de enero.- Un sacerdote de conocida iglesia de este municipio fue arteramente asesinado a golpes y puñaladas por al menos 3 sujetos que según la policía, al parecer intentaban cometer un asalto y que lo sorprendieron en el patio de la casa pastoral del templo.
Autoridades policiacas informaron que según versiones de algunos vecinos, los presuntos homicidas al parecer eran tres, pues al filo de las 6:30 de la mañana de hoy, observaron que tres sujetos, a quienes no pudieron identificar, brincaron por una de las bardas de la iglesia y salieron corriendo para darse a la fuga y perderse entre las calles del lugar.
Las mismas autoridades policiacas revelaron que al parecer los miserables delincuentes buscaban específicamente dinero u objetos de un valor considerable, pues después de que privaron de la vida al sacerdote, entraron al inmueble y a su dormitorio, donde movieron y volteraron varias cosas, evidentemente en busca de algo.
Luego de ello, señalaron, sin que hasta el momento se sepa si los delincuentes encontraron y se llevaron algo, rápidamente salieron del lugar para darse a la fuga.
Los ministeriales dijeron que a pesar de que todo apunta a un robo como posible móvil del crimen, no pueden descartar, como ha sucedido en otras ocasiones con sacerdotes que han sido asesinados, una venganza de tipo pasional, ya que los criminales no se llevaron aparatos ni artículos de la casa, por lo que en un intento por aclarar los hechos, ya iniciaron con las investigaciones correspondientes.
El cadáver del sacerdote Genaro Villa García, de 58 años de edad, fue encontrado al filo de las 7:00 de la mañana de hoy, en el patio de la Casa Pastoral de la Iglesia de la Sagrada Inmaculada de la Concepción, ubicada en la esquina de las calles Valle de la Hacienda y Nopalera, en la Colonia Villas de la Hacienda, en este municipio.
Algunas personas que trabajaban de manera voluntaria en la limpieza del templo, al iniciar esta mañana con sus actividades, terrible sorpresa se llevaron al descubrir que el cura estaba tirado en medio de un charco de sangre en el patio de la Casa Pastoral y que al parecer había sido asesinado, por lo que de inmediato dieron parte a la policía.
Al tener conocimiento de los hechos y por lo delicado del caso, en cuestión de minutos más de 20 elementos de la Policía Municipal arribaron a la iglesia y al confirmar la muerte del cura acordonaron toda la zona, corrieron a todos los curiosos e incluso por instrucciones del ministerio público, después del "niño ahogado", colocaron una enorme lona en el enrejado del templo para evitar que los representantes de los medios de comunicación trabajaran y sacaran fotografías, cuando lo que tuvieron que hacer era patrullar y dar seguridad para evitar que se cometan este tipo de asesinatos.
Más tarde, cuando el cura ya había sido asesinado y ya no era tan importante la presencia policiaca, pues el crimen del párroco ya estaba consumado y no lo iban a revivir, decenas de elementos de la misma Policía Municipal, de la SSC y de la Ministerial sitiaron toda la zona y eso sí, fieles a su costumbre obstaculizaron la labor informativa de los medios de comunicación.
Más tarde, cuando el ministerio público practicó las primeras inspecciones oculares, informó que el cuerpo del sacerdote quedó tirado en el patio de la entrada de la Casa Pastoral, ubicado en la parte trasera de la iglesia, inmueble que desde hace varios años el cura utilizaba como su domicilio.
El MP dijo que a simple vista se le apreciaron al sacerdote golpes en el cuerpo y dos profundas puñaladas en su costado izquierdo que a la postre, ante la falta de ayuda o atención médica, provocaron que muriera desangrado.
Policías ministeriales que también se encontraban en lugar, en busca de huellas, pistas, evidencias y de datos que pudieran servirles a sus trabajos de investigación, informaron que por lo que pudieron apreciar en la escena del crimen, al parecer el padre salía de su casa en bata con la intención de darse un baño, pues más tarde iba a oficiar una misa, cuando se percató que sus verdugos brincaban por una de las bardas, al parecer con la intención de cometer un asalto.
Dichos delincuentes, que posiblemente son vecinos de la colonia y que al parecer sabían que el sacerdote guardaba dinero y objetos de valor dentro de su dormitorio, dijeron los ministeriales, al ser descubiertos por el párroco, sin importarles su jerarquía y lo que representaba para los feligreses de la comunidad, lo golpearon y finalmente asesinaron a puñaladas, seguramente para evitar que los denunciara a la policía.
Mientras que por estos hechos el ministerio público dio inicio a la carpeta de investigación correspondiente por el delito de homicidio, elementos de la Policía Ministerial iniciaron con los trabajos policiacos y ante la presión de los cientos de feligreses que indignados exigen justicia y amenazan con realizar una serie de disturbios y manifestaciones para que el crimen sea aclarado, han desatado una auténtica cacería para identificar, ubicar y detener a los criminales, antes de que este problema se les salga de control
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