AP
Washington, EU.- Legisladores republicanos están tratando de negar los créditos tributarios por niños a los inmigrantes sin autorización legal - unos cheques de reembolso de impuestos que promedian 1,800 dólares - en un esfuerzo que ha causado furia entre los hispanos y algunos legisladores demócratas.
La propuesta, que requeriría que las personas que solicitan el crédito tengan número de Seguridad Social para demostrar que son trabajadores con permiso legal, es ofrecida como una forma de ayudar a pagar por la extensión del recorte de impuestos a la Seguridad Social para la mayoría de los trabajadores estadounidenses. Reduciría los gastos federales en unos 10 mil millones de dólares en un decenio.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que la propuesta afecta injustamente a los hijos de trabajadores hispanos pobres. Esos niños a menudo son ciudadanos estadounidenses, incluso si sus padres no lo son, porque nacieron en el país.
"(Se trata de) personas que están ganando cerca del salario mínimo y criando a sus hijos en este país ¿y les estamos pidiendo que paguen por el recorte del impuesto de Seguridad Social?", dijo Leticia Miranda, asesora del Consejo Nacional de La Raza. "Es algo escandaloso y sin sentido".
En tanto, los republicanos y algunos demócratas dicen que lo que es insensato es tener un debate sobre si el gobierno debería o no enviar cheques a personas que ingresaron al país sin autorización legal. Si el asunto es sometido a votación, es difícil imaginarse que no hubiera una mayoría suficiente para frenar esa práctica, incluso en el senado de mayoría demócrata.
Los inmigrantes ilegales no tienen derecho a otros créditos tributarios, como el que beneficia a trabajadores de ingresos muy bajos. Pero una ley de 1997 que implementó el crédito por niño no les excluye específicamente de ese beneficio.
Washington, EU.- Legisladores republicanos están tratando de negar los créditos tributarios por niños a los inmigrantes sin autorización legal - unos cheques de reembolso de impuestos que promedian 1,800 dólares - en un esfuerzo que ha causado furia entre los hispanos y algunos legisladores demócratas.
La propuesta, que requeriría que las personas que solicitan el crédito tengan número de Seguridad Social para demostrar que son trabajadores con permiso legal, es ofrecida como una forma de ayudar a pagar por la extensión del recorte de impuestos a la Seguridad Social para la mayoría de los trabajadores estadounidenses. Reduciría los gastos federales en unos 10 mil millones de dólares en un decenio.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que la propuesta afecta injustamente a los hijos de trabajadores hispanos pobres. Esos niños a menudo son ciudadanos estadounidenses, incluso si sus padres no lo son, porque nacieron en el país.
"(Se trata de) personas que están ganando cerca del salario mínimo y criando a sus hijos en este país ¿y les estamos pidiendo que paguen por el recorte del impuesto de Seguridad Social?", dijo Leticia Miranda, asesora del Consejo Nacional de La Raza. "Es algo escandaloso y sin sentido".
En tanto, los republicanos y algunos demócratas dicen que lo que es insensato es tener un debate sobre si el gobierno debería o no enviar cheques a personas que ingresaron al país sin autorización legal. Si el asunto es sometido a votación, es difícil imaginarse que no hubiera una mayoría suficiente para frenar esa práctica, incluso en el senado de mayoría demócrata.
Los inmigrantes ilegales no tienen derecho a otros créditos tributarios, como el que beneficia a trabajadores de ingresos muy bajos. Pero una ley de 1997 que implementó el crédito por niño no les excluye específicamente de ese beneficio.
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