Por: Patricia Carrasco, LA PRENSA
Para la Iglesia Católica, los divorcios, la unión libre, las uniones homosexuales y los abortos son parte de la cultura de la muerte que amenaza a la familia, por lo que exhortó a los mexicanos a no hacer de la familia un lugar de muerte, física, ética y espiritual, pues este núcleo de la sociedad "es la cuna de la vida humana y del trabajo".
Aseguró, que "hay signos en la sociedad que son de muerte para las familias con el incremento de divorcios es la muerte del matrimonio, por la unión libre, el divorcio, las uniones homosexuales, y lamentó el incremento de los abortos".
En el marco del día de la familia, la Arquidiócesis Primada de México resaltó que este núcleo social que "el trabajo y la fiesta es volver a proponer a nuestra sociedad la necesidad de una cultura de la vida, de lo humano, de la persona y de la comunidad".
Durante la homilía dominical pronunciada en la Catedral Metropolitana, la Iglesia resaltó que una sociedad que destruye a sus familias "está condenada a destruirse a sí misma".
Resaltó: "la familia es la promesa de la vida, no la promesa de la muerte. La familia tiene que ir sembrando en su entorno una cultura de la vida, cada familia tiene que ser una promesa de vida, de vida humana, de vida familiar, de vida social. Y ello, lo puede hacer en la vida cotidiana, los ámbitos naturales dónde la familia se encuentra, el ámbito del trabajo, el ámbito del descanso, el ámbito de la fiesta".
También se mencionó el compromiso de la Iglesia Católica de apoyar a las mujeres que pretenden abortar, de ayudar a la reconciliación de los cónyuges en riesgo de "fracturar su unión" y promover entre las nuevas generaciones el valor del matrimonio.
La arquidiócesis citó que la falta de fe en el matrimonio se manifiesta en el declive las uniones matrimoniales. "También sube el número de abortos, pues con la muerte de la familia, se va de la mano a la muerte del ser humano. Cuanto menos sólida esté la familia, más desprotegida queda la vida del ser humano".
Para la Iglesia, reflexionar sobre la familia no es simplemente tener en cuenta un elemento de tipo teórico. Es tener en cuenta a la realidad primaria en la que el ser humano encuentra su vocación personal y comunitaria en su camino hacia Dios, indicó. A la familia, resaltó, se le debe poner como un camino de vida, frente a un camino de muerte.
Declaró que este año, el día de la familia se convierte en el inicio de una reflexión a nivel arquidiocesano, "un camino de reflexión sobre el significado de la familia en el mundo moderno. Un camino que se inicia con motivo de un acontecimiento que ya nos tocó vivir en México, El encuentro mundial de familias con el Papa que, a finales de mayo de este año, se llevará a cabo en Milán, Italia", resaltó.
El próximo encuentro mundial de las familias constituye una ocasión privilegiada para repensar el trabajo y la fiesta en la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien insertada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones además que a la economía del núcleo familiar.
De ahí que convocó a volver a la cultura del amor, a la cultura de la generosidad, a la cultura de la solidaridad.
"Esto reclama el compromiso de todos nosotros: el compromiso para apoyar a las mujeres que se enfrentan a la tentación del aborto, el compromiso para ayudar a la reconciliación madura a los cónyuges en riesgo de fracturar su unión, el compromiso para seguir proponiendo a las nuevas generaciones la belleza y el valor del matrimonio entre hombre y mujer, fiel y para toda la vida, basado en el respeto y el amor mutuo", concluyó.
Para la Iglesia Católica, los divorcios, la unión libre, las uniones homosexuales y los abortos son parte de la cultura de la muerte que amenaza a la familia, por lo que exhortó a los mexicanos a no hacer de la familia un lugar de muerte, física, ética y espiritual, pues este núcleo de la sociedad "es la cuna de la vida humana y del trabajo".
Aseguró, que "hay signos en la sociedad que son de muerte para las familias con el incremento de divorcios es la muerte del matrimonio, por la unión libre, el divorcio, las uniones homosexuales, y lamentó el incremento de los abortos".
En el marco del día de la familia, la Arquidiócesis Primada de México resaltó que este núcleo social que "el trabajo y la fiesta es volver a proponer a nuestra sociedad la necesidad de una cultura de la vida, de lo humano, de la persona y de la comunidad".
Durante la homilía dominical pronunciada en la Catedral Metropolitana, la Iglesia resaltó que una sociedad que destruye a sus familias "está condenada a destruirse a sí misma".
Resaltó: "la familia es la promesa de la vida, no la promesa de la muerte. La familia tiene que ir sembrando en su entorno una cultura de la vida, cada familia tiene que ser una promesa de vida, de vida humana, de vida familiar, de vida social. Y ello, lo puede hacer en la vida cotidiana, los ámbitos naturales dónde la familia se encuentra, el ámbito del trabajo, el ámbito del descanso, el ámbito de la fiesta".
También se mencionó el compromiso de la Iglesia Católica de apoyar a las mujeres que pretenden abortar, de ayudar a la reconciliación de los cónyuges en riesgo de "fracturar su unión" y promover entre las nuevas generaciones el valor del matrimonio.
La arquidiócesis citó que la falta de fe en el matrimonio se manifiesta en el declive las uniones matrimoniales. "También sube el número de abortos, pues con la muerte de la familia, se va de la mano a la muerte del ser humano. Cuanto menos sólida esté la familia, más desprotegida queda la vida del ser humano".
Para la Iglesia, reflexionar sobre la familia no es simplemente tener en cuenta un elemento de tipo teórico. Es tener en cuenta a la realidad primaria en la que el ser humano encuentra su vocación personal y comunitaria en su camino hacia Dios, indicó. A la familia, resaltó, se le debe poner como un camino de vida, frente a un camino de muerte.
Declaró que este año, el día de la familia se convierte en el inicio de una reflexión a nivel arquidiocesano, "un camino de reflexión sobre el significado de la familia en el mundo moderno. Un camino que se inicia con motivo de un acontecimiento que ya nos tocó vivir en México, El encuentro mundial de familias con el Papa que, a finales de mayo de este año, se llevará a cabo en Milán, Italia", resaltó.
El próximo encuentro mundial de las familias constituye una ocasión privilegiada para repensar el trabajo y la fiesta en la perspectiva de una familia unida y abierta a la vida, bien insertada en la sociedad y en la Iglesia, atenta a la calidad de las relaciones además que a la economía del núcleo familiar.
De ahí que convocó a volver a la cultura del amor, a la cultura de la generosidad, a la cultura de la solidaridad.
"Esto reclama el compromiso de todos nosotros: el compromiso para apoyar a las mujeres que se enfrentan a la tentación del aborto, el compromiso para ayudar a la reconciliación madura a los cónyuges en riesgo de fracturar su unión, el compromiso para seguir proponiendo a las nuevas generaciones la belleza y el valor del matrimonio entre hombre y mujer, fiel y para toda la vida, basado en el respeto y el amor mutuo", concluyó.
Publicar un comentario