Noel F. Alvarado.
Una granada de fragmentación arrojada a las instalaciones de la Procuraduría General de la República en el puerto de Salina Cruz, Oaxaca, movilizó a los cuerpos policiacos municipales, estatales y federales, mismos que pese a que implementaron un impresionante despliegue policiaco, no lograron detectar a los responsables.
Por la forma en que ocurrió este agresión contra las instalaciones federales de la PGR, los encargados de las investigaciones presumen que los responsables son integrantes de algún grupo del crimen organizado.
Debido a ello, las investigaciones continúan, a fin de obtener información que los lleve a obtener información de los responsables, quienes arrojaron el explosivo desde un vehículo en marcha.
Desconocidos arrojaron una granada de fragmentación -que no detonó- en contra de las instalaciones de la estación de la delegación regional de la Procuraduría General de República (PGR), en el puerto de Salina Cruz, en la región del Istmo de Tehuantepec.
El explosivo fue arrojado desde un vehículo en movimiento, una presunta camioneta con placas del estado de Guerrero.
La granada hallada en el lugar contaba aún con la chaveta de seguridad, personal del ejército especializado en explosivos realizó el levantamiento de la misma y procedió a su desactivación.
El Secretario de Seguridad Pública estatal, Marco Tulio López Escamilla minimizó el incidente, aseguró que quienes cometieron el fallido atentado sólo trataron de generar hilaridad y psicosis a fin de inhibir los operativos realizados de manera conjunta por las fuerzas estatales y federales de seguridad para hacer frente a los embates del crimen organizado.
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