CIUDAD DEL VATICANO, 8 de abril (OEM-AFP).- El Papa Benedicto XVI suplicó paz y reconciliación para el mundo y en particular para Siria, Tierra Santa y Africa tras celebrar hoy en la Plaza de San Pedro la Misa de Pascua, la principal fiesta del cristianismo a la que asistieron unas 100,000 personas.
"Que en Siria cese el derramamiento de sangre y se emprenda sin demora la vía del respeto, del diálogo y de la reconciliación, como auspicia también la comunidad internacional", clamó el Papa durante su mensaje "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
La situación en Siria, país azotado desde hace ya más de un año por revueltas populares duramente reprimidas por el régimen de Bashar el Asad, se ha agravado con el éxodo de miles de personas que huyen hacia Turquía, Líbano y Jordania.
"Que los numerosos prófugos provenientes de Siria y necesitados de asistencia humanitaria encuentren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos sufrimientos", exhortó el Papa.
En su mensaje, pronunciado al término de la solemne misa celebrada en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice condenó también "las discriminaciones y persecuciones" que padecen los cristianos, en particular en Medio Oriente.
"Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por discriminaciones y persecuciones", dijo.
Como es tradición con ocasión de la Pascua, el Papa instó a la comunidad internacional a movilizarse contra las guerras y conflictos que azotan al planeta y reiteró que la Iglesia "está cercana a cada situación humana de sufrimiento e injusticia", dijo.
Al enumerar los conflictos más graves, el Sumo Pontífice se refirió de nuevo a Tierra Santa y pidió que "israelíes y palestinos reemprendan el proceso de paz".
La oficina de prensa del Vaticano confirmó que el Papa realizará del 14 al 16 de septiembre próximos su primera visita a Líbano y segunda a Oriente Medio, después de haber viajado en 2009 a Jordania, Israel y los territorios ocupados.
El Sumo Pontífice mencionó también la grave situación que atraviesa Malí, donde una junta golpista se ha comprometido a traspasar en dos semanas el poder a los civiles, cuya prioridad será intentar pacificar el norte del país, en manos de rebeldes tuaregs e islamistas.
"Que a Mali, que atraviesa un momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y estabilidad", dijo el Papa, tras condenar luego la violencia en Nigeria, "escenario en los últimos tiempos de sangrientos atentados terroristas" y donde este día estalló una bomba frente a una iglesia en la ciudad de Kaduna dejando al menos 20 muertos y numerosos heridos.
"Que la alegría pascual le infunda las energías necesarias para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad religiosa de sus ciudadanos", agregó
"Que en Siria cese el derramamiento de sangre y se emprenda sin demora la vía del respeto, del diálogo y de la reconciliación, como auspicia también la comunidad internacional", clamó el Papa durante su mensaje "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) pronunciado desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
La situación en Siria, país azotado desde hace ya más de un año por revueltas populares duramente reprimidas por el régimen de Bashar el Asad, se ha agravado con el éxodo de miles de personas que huyen hacia Turquía, Líbano y Jordania.
"Que los numerosos prófugos provenientes de Siria y necesitados de asistencia humanitaria encuentren la acogida y solidaridad que alivien sus penosos sufrimientos", exhortó el Papa.
En su mensaje, pronunciado al término de la solemne misa celebrada en la Plaza de San Pedro, el Sumo Pontífice condenó también "las discriminaciones y persecuciones" que padecen los cristianos, en particular en Medio Oriente.
"Cristo es esperanza y consuelo de modo particular para las comunidades cristianas que más pruebas padecen a causa de la fe, por discriminaciones y persecuciones", dijo.
Como es tradición con ocasión de la Pascua, el Papa instó a la comunidad internacional a movilizarse contra las guerras y conflictos que azotan al planeta y reiteró que la Iglesia "está cercana a cada situación humana de sufrimiento e injusticia", dijo.
Al enumerar los conflictos más graves, el Sumo Pontífice se refirió de nuevo a Tierra Santa y pidió que "israelíes y palestinos reemprendan el proceso de paz".
La oficina de prensa del Vaticano confirmó que el Papa realizará del 14 al 16 de septiembre próximos su primera visita a Líbano y segunda a Oriente Medio, después de haber viajado en 2009 a Jordania, Israel y los territorios ocupados.
El Sumo Pontífice mencionó también la grave situación que atraviesa Malí, donde una junta golpista se ha comprometido a traspasar en dos semanas el poder a los civiles, cuya prioridad será intentar pacificar el norte del país, en manos de rebeldes tuaregs e islamistas.
"Que a Mali, que atraviesa un momento político delicado, Cristo glorioso le dé paz y estabilidad", dijo el Papa, tras condenar luego la violencia en Nigeria, "escenario en los últimos tiempos de sangrientos atentados terroristas" y donde este día estalló una bomba frente a una iglesia en la ciudad de Kaduna dejando al menos 20 muertos y numerosos heridos.
"Que la alegría pascual le infunda las energías necesarias para recomenzar a construir una sociedad pacífica y respetuosa de la libertad religiosa de sus ciudadanos", agregó
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