MANILA, Filipinas, 2 de septiembre (OEM-DPA).- El intenso terremoto de magnitud 7.6 que sacudió el pasado viernes a Filipinas causó daños más graves que los estimados en una primera valoración.
El sismo provocó la huida de 130,000 personas ante el riesgo de tsunami, que finalmente no se produjo. Pero hoy, a medida que la gente va regresando a sus casas, los destrozos se hacen más visibles.
En varios pueblos más de 80 cabañas y casas han quedado destrozadas, además de calles y puentes. Las viviendas, construidas a menudo con tablones y chapa, no resisten los temblores.
"Ahora vivimos en la calle", dice Lolita Febellar, madre de siete hijos, en la localidad General McArthur. "Intentamos salvar lo salvable, pero necesitamos ayuda", añade frente a la montaña de escombros.
Según Protección Civil, el terremoto causó la muerte a una mujer.
Las autoridades cifraron los daños materiales en 12.800,000 pesos (242,000 euros/304,500 dólares).
En 1990, un terremoto de magnitud 7.7 se llevó las vidas de 2,000 personas en el norte de Filipinas.
El sismo provocó la huida de 130,000 personas ante el riesgo de tsunami, que finalmente no se produjo. Pero hoy, a medida que la gente va regresando a sus casas, los destrozos se hacen más visibles.
En varios pueblos más de 80 cabañas y casas han quedado destrozadas, además de calles y puentes. Las viviendas, construidas a menudo con tablones y chapa, no resisten los temblores.
"Ahora vivimos en la calle", dice Lolita Febellar, madre de siete hijos, en la localidad General McArthur. "Intentamos salvar lo salvable, pero necesitamos ayuda", añade frente a la montaña de escombros.
Según Protección Civil, el terremoto causó la muerte a una mujer.
Las autoridades cifraron los daños materiales en 12.800,000 pesos (242,000 euros/304,500 dólares).
En 1990, un terremoto de magnitud 7.7 se llevó las vidas de 2,000 personas en el norte de Filipinas.
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