BEIJING, China, 9 de septiembre (OEM-AP).- Sobrevivientes de dos sismos que mataron al menos a 81 personas en un área montañosa rural en el suroeste del país esperaban desesperadamente por la llegada de más ayuda hoy, mientras réplicas alimentaban el miedo y obstaculizaban tareas de rescate.
Los terremotos sacudieron el pasado viernes una región de pequeñas granjas y minas cerca de la frontera entre las provincias de Guizhou y Yunán, donde viven algunas de las personas más pobres de China. Las autoridades dicen que la cifra de muertos pudiera aumentar porque los daños a caminos y comunicaciones dificultan colectar información.
Más de doscientos mil residentes fueron desalojados luego que los sismos destruyesen miles de viviendas y dejasen enormes rocas en carreteras y caminos.
La agencia noticiosa oficial Xinjua dijo que un niño de dos años murió tras quedar sepultado bajo una pared derribada cuando una réplica sacudió Yunán ayer por la noche, elevando a 81 la cifra de muertos.
El área era aún estremecida por réplicas hoy.
Imágenes de la Televisión Central China mostraron a socorristas y perros adiestrados corriendo junto a laderas porque había riesgo de rocas rodadas. También mostraron una ambulancia atascada en medio de rocas y arena.
Casi todos los ciento diez mil residentes en la ciudad de Jiaokui, en el condado de Yiliang, a unos tres kilómetros del epicentro, habían sido desalojadas, pero muchas no tenían albergue y estaban esperando por suministros, dijo un funcionario municipal.
"Están viviendo al aire libre en estos momentos", dijo por teléfono el funcionario, que solamente dio su apellido, Xiao. "Tenemos urgente necesidad de tiendas y mantas. Solamente hemos recibido 2,200 tiendas. Muchas personas no tienen mantas y no están viviendo en tiendas".
Las labores de rescate proseguían pese a las réplicas, que mataron a una persona e hirieron a otras 29 ayer, dijo Xiao.
El primer sismo, de magnitud 5.6 se sintió poco antes de las 11:30 horas el pasado viernes y fue seguido por un sismo igualmente fuerte después del mediodía.
Aunque de magnitud moderada, los sismos fueron poco profundos, lo que a menudo causa destrucción más severa.
Los terremotos sacudieron el pasado viernes una región de pequeñas granjas y minas cerca de la frontera entre las provincias de Guizhou y Yunán, donde viven algunas de las personas más pobres de China. Las autoridades dicen que la cifra de muertos pudiera aumentar porque los daños a caminos y comunicaciones dificultan colectar información.
Más de doscientos mil residentes fueron desalojados luego que los sismos destruyesen miles de viviendas y dejasen enormes rocas en carreteras y caminos.
La agencia noticiosa oficial Xinjua dijo que un niño de dos años murió tras quedar sepultado bajo una pared derribada cuando una réplica sacudió Yunán ayer por la noche, elevando a 81 la cifra de muertos.
El área era aún estremecida por réplicas hoy.
Imágenes de la Televisión Central China mostraron a socorristas y perros adiestrados corriendo junto a laderas porque había riesgo de rocas rodadas. También mostraron una ambulancia atascada en medio de rocas y arena.
Casi todos los ciento diez mil residentes en la ciudad de Jiaokui, en el condado de Yiliang, a unos tres kilómetros del epicentro, habían sido desalojadas, pero muchas no tenían albergue y estaban esperando por suministros, dijo un funcionario municipal.
"Están viviendo al aire libre en estos momentos", dijo por teléfono el funcionario, que solamente dio su apellido, Xiao. "Tenemos urgente necesidad de tiendas y mantas. Solamente hemos recibido 2,200 tiendas. Muchas personas no tienen mantas y no están viviendo en tiendas".
Las labores de rescate proseguían pese a las réplicas, que mataron a una persona e hirieron a otras 29 ayer, dijo Xiao.
El primer sismo, de magnitud 5.6 se sintió poco antes de las 11:30 horas el pasado viernes y fue seguido por un sismo igualmente fuerte después del mediodía.
Aunque de magnitud moderada, los sismos fueron poco profundos, lo que a menudo causa destrucción más severa.
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