El próximo gobierno, que presidirá Enrique Peña Nieto, tendrá que entrarale de lleno al sistema penitenciario federal, es un "tema delicado" que deberá atender de inmediato, debido las fugas, enfretntamientos autogobiernos y penetración del crimne organizado, afirmaron diputados.
La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) afirmó recientemente que de 2010 a septiembre de 2012 se registraron al menos 14 fugas en distintos penales del país, en las cuales escaparon 521 internos. En el mismo periodo se presentaron 75 riñas con un saldo de 352 fallecidos.
El Sistema Nacional de Seguridad Pública y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) aseguran que hay 238 mil 269 reos en el país, de los cuales 50 mil son del fuero federal, que cometieron delitos de narcotráfico, tráfico de personas, robo en carreteras y asociación delictuosa, entre otros.
El secretario de la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara de Diputados, Alejandro Montano Guzmán (PRI), dijo que el próximo gobierno debe garantizar la seguridad y buena administración de las cárceles, mediante acciones coordinadas entre autoridades estatales y federales, para evitar fugas y motines.
Señaló que en los primeros 100 días de la administración de Peña Nieto, la Secretaría de Gobernación, que asumirá las tareas de los cuerpos policiacos, deberá planear el proyecto para la reinserción social y división de reos de alta, mediana y baja peligrosidad.
"Se reciben centros penitenciarios donde se han dado fugas, enfrentamientos y corrupción; es un tema delicado que deberán atender las nuevas autoridades para reorganizar y replantear acciones inmediatas para el sistema penitenciario", dijo.
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