Armando Maceda
El 65 por ciento de las pequeñas y medianas empresas PYMEs desaparecen antes de cumplir los dos años de vida, siendo la causa más significativa de su desaparición, la falta de apoyo del gobierno, capacitación adecuada y oportuna, reveló el diputado José Antonio Hurtado Gallegos, del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano.
Al presentar la iniciativa de reforma a la Ley para el Desarrollo de la competitividad de la micro, pequeña y mediana empresa, abundó que en promedio se establecen anualmente 200 mil, de las cuales aproximadamente 10 por ciento tienen posibilidades de desarrollarse en la economía formal, el 25 por ciento tienen escasas posibilidades de desarrollo y solamente generan recursos de sobrevivencia.
Resaltó la trascendencia de las empresas (Pyme) de México y Latinoamérica debido a que representan un sector sustancial en la actividad económica y en la dinámica social y política nuestro país y las principales generadoras de empleos.
Hurtado detalló que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2007), en México, 95.5 por ciento de las organizaciones manufactureras, de comercio y de servicios son microempresas, mientras que el 3.5 y el 0.8 por ciento son pequeñas y medianas empresas, mismas que generan entre ambas 70.40 por ciento de los empleos, así como 30 por ciento del Producto Interno Bruto nacional. Y sin embargo, son las que más impactos tienen de la carga fiscal.
"Así mismo estas empresas se han convertido en los últimos años en una válvula de escape a los problemas de desempleo que no ha podido atender y resolver el estado", dijo.
Estimó que nueve de cada 10 organizaciones de México son familiares, pero paradójicamente sólo una de cada tres días logra pasar a la siguiente generación. Señaló que otras de las causas por las cuales las pymes familiares no sobreviven son algunas de las siguientes la falta de mercados reales y competitivos para sus productos; la alta tasa de interés financiera y una tasa fiscal impositiva prácticamente difícil de pagar.
Lo anterior se suma a una deficiente planeación y administración, el manejo ineficiente de recursos, y un mal sistema de control, todo ello derivado de la falta de capacitación oportuna e innovación tecnológica, comentó.
Además de que se extinguen por la falta de acceso a los programas de apoyo local y federal, ya que contienen reglas de operación que un microempresario no podría cumplir, lo que implicaría prácticamente de cada sorpresa en garantía.
Así cómo el limitado acceso a los esquemas de financiamiento, tanto de la banca de segundo piso, como de la banca comercial y los intermediarios financieros.
El legislador agregó que las elevadas tasas de interés acompañadas de fuertes restricciones por parte de las funciones bancarias, las cuales han provocado que solamente el 22.5 por ciento de las PYMEs cuenten con créditos, acompañado esto de una fuerte reducción en los alcances de la banca de desarrollo
Ello ocasiona que dichas empresas tengan que recurrir a fuentes alternas de financiamiento como es el caso de los intermediarios financieros que otorgan créditos con tasa de interés sin regulación alguna.
En este orden de ideas, José Antonio Hurtado Gallegos dijo que resulta urgente reformar la normatividad vigente, con el propósito de favorecer el fomento y desarrollo de estas empresas, para que contemple esquemas de financiamiento con tasas blandas de interés que les permita capitalizarse, desarrollo e innovación tecnológica, simplificación administrativa pública, capacitación y asesoría para la exportación; que les permita adaptarse a un mercado cada vez más competitivo y mantenerse como una de las principales fuentes generadoras de empleo del país.
Publicar un comentario