Desde Palacio Nacional, símbolo de historia y vida republicana, me dirigí por primera vez a los mexicanos como su Presidente.
Hoy, la democracia ha logrado consolidarse y ser parte de nuestra cultura.
Gracias a la solidez de nuestras instituciones, a la realidad irreversible de nuestra democracia y a la solidez de sus finanzas, México ahora está listo para despuntaren el mundo del siglo XXI.
A partir de hoy, la primera obligación que tengo como Presidente de la República, es cumplir y hacer cumplir la Ley.
Conducir la transformación de México es mi responsabilidad como Presidente de la República. Hacerlo en democracia, es mi obligación ineludible.
Mi gobierno alentará la unidad, dentro de la pluralidad. Como Presidente Democrático, respetaré a todas y cada una de las voces de la sociedad.
Trabajaré por un Gobierno Eficaz que tenga un propósito fundamental: hacer realidad los Derechos Humanos que reconoce nuestra Constitución, trabajando en 5 ejes estratégicos.
Vamos hacia adelante. Es tiempo de romper, juntos, los mitos, paradigmas y todo aquello que ha limitado nuestro desarrollo.
Hoy nos toca a los mexicanos, dar ese paso.
Transformar a México significa vencer los rezagos, transformar a México implica mover todo lo que se tenga que mover… la gente, la mentalidad, las instituciones.
Es tiempo de mover a México.
Seamos parte de la generación que logre la transformación nacional.
Este es el momento de México.
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