Por: Patricia Carrasco, LA PRENSA
Impresiona observar el gran boquete de los aproximadamente mil doscientos cincuenta metros cuadrados del área siniestrada del edificio B-2 de la Torre de Pemex, como miles de tubos color naranja que dejan ver cables exhibidos de luz, Internet y otros sistemas eléctricos; enormes losas de cemento desprendidas, los pedazos de tabique rojo, enormes vigas de acero que detienen lazos amarillos, estructuras de fierro pelonas, y saber que varias losas del lugar cayeron como naipes, aplastando a decenas de trabajadores, que ahí perdieron la vida y ya suman 37.
Con recorridos a la zona siniestrada, el gobierno federal quiere demostrar que es claro que lo sucedido el pasado 31 de enero a las 15:40 horas en el complejo administrativo de Pemex, fue una explosión lineal, horizontal y difusa, la cual no tiene origen de artefactos explosivos ni tiene cráter. Y que la estructura no sufrió ningún daño, por lo que en algún tiempo lo van a reparar.
Al caminar por la zona afectada de la Torre de Pemex es visible el trabajo de miles de personas que laboran día y noche, desde el pasado 31 de enero, para que todo vuelva a la normalidad.
Llama la atención la gran manta blanca que cubre la fachada del edificio B-2 del centro administrativo con la leyenda: "Pemex más Unido", con un moño negro y el emblema de Pemex y el sindicato petrolero.
El recorrido inició justo al lado del enorme busto de Lázaro Cárdenas, quien se encuentra frente al edificio siniestrado, "donde según la PGR, el golpe vino de abajo hacia arriba".
El especialista Benítez Vélez de la coordinación de la PGR para la ciudad de México fue quien dio la explicación de lo que ahí pasó.
"Fue precisamente una de las puertas del Edificio B-1 que sirvió a los servicios de emergencia, para sacar heridos, que luego se trasladaron a los hospitales, también por ahí pasaron los fallecidos.
Narró cómo salvó la vida el jefe de cuadrilla de la empresa que daba mantenimiento a los pilotes del sótano.
"El ingresó con tres de sus obreros y deja a uno en cada pilote, sube para hablar por teléfono, y explicar a su jefe que ya están trabajando cuando escucha un silbido, un pequeño temblor y luego ya no escucha, ni ve nada, y alcanza a percibir que una gran ola de aire lo empuja hacia la pared; pasaron unos minutos comienza a subir a gatas, cuando llega arriba, el personal militar lo detecta, lo ayuda a subir, y lo envía a servicios médicos".
Agregó, las losas tenían una posición de naipes, lo primero que se pensó junto con los cuerpos de rescate es que podrían estar vivos.
Posteriormente, ingresaron los perros de la Marina, uno de ellos con mucho reconocimiento se llama "Zeus", él marca a donde está el primer cuerpo, que no se sabe si es persona fallecida o herida.
Diez horas después logran llegar a donde está el cuerpo.
Dijo que un área del edificio B-1, se acondicionó para colocar los cuerpos recuperados.
El especialista de la PGR recordó que entre los especialistas que están trabajando se encuentran expertos de la UNAM, del IPN, la policía española, un grupo inglés que revisa daños de ese tipo, y expertos de Estados Unidos.
Dijo que las hipótesis de ellos siguen trabajando con espectrómetros de gases, no han terminado sus labores, ni tampoco los peritos de la PGR.
Resaltó que los únicos tres cuerpos que fueron encontrados con quemaduras, ya está acreditado que éstas son producto de una acumulación de gas, que puede ser natural o metano, que también se formaría en el subsuelo.
Impresiona observar el gran boquete de los aproximadamente mil doscientos cincuenta metros cuadrados del área siniestrada del edificio B-2 de la Torre de Pemex, como miles de tubos color naranja que dejan ver cables exhibidos de luz, Internet y otros sistemas eléctricos; enormes losas de cemento desprendidas, los pedazos de tabique rojo, enormes vigas de acero que detienen lazos amarillos, estructuras de fierro pelonas, y saber que varias losas del lugar cayeron como naipes, aplastando a decenas de trabajadores, que ahí perdieron la vida y ya suman 37.
Al caminar por la zona afectada de la Torre de Pemex es visible el trabajo de miles de personas que laboran día y noche, desde el pasado 31 de enero, para que todo vuelva a la normalidad.
Llama la atención la gran manta blanca que cubre la fachada del edificio B-2 del centro administrativo con la leyenda: "Pemex más Unido", con un moño negro y el emblema de Pemex y el sindicato petrolero.
El recorrido inició justo al lado del enorme busto de Lázaro Cárdenas, quien se encuentra frente al edificio siniestrado, "donde según la PGR, el golpe vino de abajo hacia arriba".
El especialista Benítez Vélez de la coordinación de la PGR para la ciudad de México fue quien dio la explicación de lo que ahí pasó.
"Fue precisamente una de las puertas del Edificio B-1 que sirvió a los servicios de emergencia, para sacar heridos, que luego se trasladaron a los hospitales, también por ahí pasaron los fallecidos.
Narró cómo salvó la vida el jefe de cuadrilla de la empresa que daba mantenimiento a los pilotes del sótano.
Agregó, las losas tenían una posición de naipes, lo primero que se pensó junto con los cuerpos de rescate es que podrían estar vivos.
Posteriormente, ingresaron los perros de la Marina, uno de ellos con mucho reconocimiento se llama "Zeus", él marca a donde está el primer cuerpo, que no se sabe si es persona fallecida o herida.
Diez horas después logran llegar a donde está el cuerpo.
Dijo que un área del edificio B-1, se acondicionó para colocar los cuerpos recuperados.
El especialista de la PGR recordó que entre los especialistas que están trabajando se encuentran expertos de la UNAM, del IPN, la policía española, un grupo inglés que revisa daños de ese tipo, y expertos de Estados Unidos.
Dijo que las hipótesis de ellos siguen trabajando con espectrómetros de gases, no han terminado sus labores, ni tampoco los peritos de la PGR.
Resaltó que los únicos tres cuerpos que fueron encontrados con quemaduras, ya está acreditado que éstas son producto de una acumulación de gas, que puede ser natural o metano, que también se formaría en el subsuelo.
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