CIUDAD DEL VATICANO, 14 de febrero (OEM-Reuters).- Benedicto XVI está redactando su último mensaje para la Iglesia Católica en el que pide a los líderes de la institución que dejen de lado las rivalidades y sólo piensen en la unidad de la fe.
El mensaje, sugerido en declaraciones antes y después del sorprendente anuncio de dimisión, suena como un reproche velado a los cardenales que compiten por influencia en el próximo cónclave y en el papado que producirá.
Sus vagos comentarios también podrían ser indicios de que fueron las luchas de poder internas del Vaticano, como las develadas en el escándalo de filtraciones de documentos de la Santa Sede el año pasado, las que lo llevaron a tomar la decisión casi sin precedente de renunciar al liderazgo de la mayor Iglesia del mundo.
Benedicto XVI dejará su cargo el próximo 28 de febrero, lo que dará paso al cónclave -la elección papal a puertas cerradas- a mediados de marzo sin un claro favorito y con varias facciones que ya están expresando sus ideas sobre cómo debería ser el nuevo pontificado.
Los diarios, que por estos días están examinando cada palabra de Benedicto XVI, pusieron especial atención a los términos "cara desfigurada" y "rivalidad" y el "Corriere della Sera" los describió como "señales lanzadas al cónclave".
El mensaje, sugerido en declaraciones antes y después del sorprendente anuncio de dimisión, suena como un reproche velado a los cardenales que compiten por influencia en el próximo cónclave y en el papado que producirá.
Sus vagos comentarios también podrían ser indicios de que fueron las luchas de poder internas del Vaticano, como las develadas en el escándalo de filtraciones de documentos de la Santa Sede el año pasado, las que lo llevaron a tomar la decisión casi sin precedente de renunciar al liderazgo de la mayor Iglesia del mundo.
Benedicto XVI dejará su cargo el próximo 28 de febrero, lo que dará paso al cónclave -la elección papal a puertas cerradas- a mediados de marzo sin un claro favorito y con varias facciones que ya están expresando sus ideas sobre cómo debería ser el nuevo pontificado.
Los diarios, que por estos días están examinando cada palabra de Benedicto XVI, pusieron especial atención a los términos "cara desfigurada" y "rivalidad" y el "Corriere della Sera" los describió como "señales lanzadas al cónclave".
Publicar un comentario