La confusión creada durante la entrega de cuerpos, luego de la explosión del edificio B-2 de Pemex, ocasionó que una familia tuviera dos funerales, mientras que otra duró 110 horas de angustia y únicamente recibió unas cenizas que son las de María de la Cruz Canales Gutiérrez, que no estaba desaparecida, se la habían llevado por error.
El error fue señalado por la Procuraduría General de la República (PGR) la noche del pasado domingo y confirmado ayer por los familiares de María de la Cruz, quienes ofrecieron una conferencia de prensa frente a la puerta 14 del complejo de Petróleos Mexicanos.
Sin embargo, sí comentó que desde el primer momento, luego de la explosión, él y su papá empezaron una intensa búsqueda entre los escombros, mientras que el resto de la familia hizo recorridos por hospitales y el Servicio Médico Forense de la PGR.
Añadió que la mecánica fue que las personas que buscaban reconocer a un familiar pasaban por turnos, y a medida que iban reconociendo a sus seres queridos empezaban los trámites para el reclamo del cuerpo y ya no se le mostraba a otras personas, por lo que ahí pudo surgir la confusión, y cuando la familia de María de la Cruz pasó ya no reconoció a nadie.
Un drama para toda la familia, ya que a medida que pasaron los días se llevaron todos los cuerpos, rescataron a otros y el de esta trabajadora del área de salud no aparecía, no obstante que esposo e hijo trabajaban dentro en la remoción de escombros con la esperanza de hallarla.
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