La calle 105 de la Colonia Juventino Rosas en Iztacalco se convirtió en un enorme velatorio, donde de manera tumultuosa velaron los restos de 9 de los 16 fallecidos a consecuencia de la volcadura del autobús en el que venían de regreso en excursión a la capital sobre la carretera México-Pachuca el pasado domingo.
Los nueve féretros fueron formados en hilera, cuatro menores de edad y cinco adultos, recibieron las bendiciones de conocidos desde el pasado martes en una enorme carpa que fue colocada sobre la calle.
El dolor de familiares y amigos fue evidente en lugar. "¿Por qué tenías que irte?"; "No nos dejes"; "Descansa en paz, estás con Dios", fueron algunas frases que soltaron desde lo más profundo del corazón los dolientes.
Sobre fachada de la casa donde vivían la mayoría de las víctimas, fueron colocados nueve moños, cuatro blancos y cinco negros, mientras a todo lo largo de la calle se contemplaba una enorme fila de carrozas que aguardaba de manera paciente para llevar a su última morada a los difuntos.
A cada uno de los acaecidos se le homenajeó a su manera, al gusto que tenían, como al señor José Carmona Cardoso a quien sus seres queridos le colocaron sobre su ataúd la camisa del Club América y un clavel.
Su esposa, la señora Alejandra, aún con las heridas en el rostro y cuello a consecuencia de la horrorosa experiencia que vivió en el autobús y que por cosas del destino salvó la vida de manera milagrosa, no le importó el dolor por los golpes y las fracturas que presentaba, se postró frente al ataúd de su esposo para despedirlo.
Los familiares de este paterfamilia señalaron que tenía la ilusión de presenciar el partido del América contra Cruz Azul, "pero ya no pudo ver campeón a su equipo preferido, la irresponsabilidad de un chofer nos lo quitó", dijo uno de sus hijos.
Al sepelio acudieron jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria para darle el último adiós a sus compañeros de escuela que murieron en el percance.
La Calle 105 lució abarrotada de gente con luto, quienes no daban crédito a como pudo haber sucedido una tragedia de esta dimensión y haya tocado precisamente en desgracia en una sola familia.
En punto de las dos de la tarde, la caravana de carrozas, autos y camiones se dirigieron hacía el panteón San Lorenzo Tezonco, donde desde ayer la madre tierra guarda los restos de 16 personas.
A 7 de los fallecidos se les veló en la Delegación Iztapalapa, ya que eran oriundos de ese lugar, pero pertenecían a la familia Morales Carmona.
Los nueve féretros fueron formados en hilera, cuatro menores de edad y cinco adultos, recibieron las bendiciones de conocidos desde el pasado martes en una enorme carpa que fue colocada sobre la calle.
El dolor de familiares y amigos fue evidente en lugar. "¿Por qué tenías que irte?"; "No nos dejes"; "Descansa en paz, estás con Dios", fueron algunas frases que soltaron desde lo más profundo del corazón los dolientes.
Sobre fachada de la casa donde vivían la mayoría de las víctimas, fueron colocados nueve moños, cuatro blancos y cinco negros, mientras a todo lo largo de la calle se contemplaba una enorme fila de carrozas que aguardaba de manera paciente para llevar a su última morada a los difuntos.
A cada uno de los acaecidos se le homenajeó a su manera, al gusto que tenían, como al señor José Carmona Cardoso a quien sus seres queridos le colocaron sobre su ataúd la camisa del Club América y un clavel.
Su esposa, la señora Alejandra, aún con las heridas en el rostro y cuello a consecuencia de la horrorosa experiencia que vivió en el autobús y que por cosas del destino salvó la vida de manera milagrosa, no le importó el dolor por los golpes y las fracturas que presentaba, se postró frente al ataúd de su esposo para despedirlo.
Los familiares de este paterfamilia señalaron que tenía la ilusión de presenciar el partido del América contra Cruz Azul, "pero ya no pudo ver campeón a su equipo preferido, la irresponsabilidad de un chofer nos lo quitó", dijo uno de sus hijos.
Al sepelio acudieron jóvenes estudiantes de secundaria y preparatoria para darle el último adiós a sus compañeros de escuela que murieron en el percance.
La Calle 105 lució abarrotada de gente con luto, quienes no daban crédito a como pudo haber sucedido una tragedia de esta dimensión y haya tocado precisamente en desgracia en una sola familia.
En punto de las dos de la tarde, la caravana de carrozas, autos y camiones se dirigieron hacía el panteón San Lorenzo Tezonco, donde desde ayer la madre tierra guarda los restos de 16 personas.
A 7 de los fallecidos se les veló en la Delegación Iztapalapa, ya que eran oriundos de ese lugar, pero pertenecían a la familia Morales Carmona.
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