El Ministerio Público, citó a comparecer al ex gobernador de Tabasco, Andrés Granier en calidad de presunto responsable de diversos delitos el próximo viernes a las 18:00 horas. El citatoriio enviado al ex gobernador, señala que deberá de presentarse con su abogado defensor, a fin de que se le notifique de las acusaciones que obran en su contra y para que declare en torno a ellos.
"Venga a aclarar... Vengo a limpiar mi nombre. Soy inocente", fue una de las pocas frases que el exgobernador de Tabasco pudo decir ante los medios de comunicación que lo esperaron a su llegada a la ciudad de México procedente de Miami, Florida, luego que una nube de fotógrafos, reporteros y personal de seguridad lo envolvió hasta el auto que se lo llevaron.
El exgobernador ya había dicho a medios de comunicación en días anteriores que regresaría al país para dar la cara a los mexicanos y responder por las acusaciones que se le hacían, por ello es que causó expectación su arribo al país.
De ahí que desde 24 horas antes las redes sociales anunciaron que ayer a las 18:30 horas saldría de la ciudad de Miami en Estados Unidos, en el vuelo 413 de Aeroméxico, para arribar al Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México a las 20:35 horas.
Y fue puntual, a las ocho con once minutos ya se podía ver en la pantalla de llegadas internacionales que dicho vuelo había arribado, mientras decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos intentaban lograr un acuerdo para improvisar una conferencia, toda vez que la oficina de prensa del aeropuerto no daba señales de vida.
Cuando eran las 20:30 horas alguien dijo: ahí viene, y en efecto, por una puerta de esta salida apareció el exgobernador acompañado de su abogado, Eduardo Luengo.
Aparentemente el exmandatario daría un mensaje, como había sido anunciado, sin preguntas, aunque no pudo ser porque el más de medio centenar de comunicadores se abalanzó, sin que éste tuviera espacio para hablar.
Ante la andanada de flashazos, preguntas y empujones, apenas pudo decir: "haré las aclaraciones pertinentes ante las autoridades. Estoy respetando mi palabra de honor, vengo a limpiar mi nombre".
Luego no fue posible que hablara más porque el personal de seguridad del aeropuerto se mezcló con los representantes de los medios de comunicación y en su intento por rescatar al exfuncionario aumentaron la inercia del grupo que empezó a moverse en pos de una respuesta de Andrés Granier, quien arribó al país para aclarar sobre las acusaciones que se le hacen en el Estado de Tabasco por el presunto desvío de 2,900 millones de pesos.
Sin embargo, la noche de ayer no pudo hacer más declaraciones, puesto que su abogado y el cuerpo de seguridad del aeropuerto lo condujeron a un vehículo Mazda blanco, en que fue sacado de la Terminal Aérea Dos.
Mientras era conducido a la salida de la terminal, el exgobernador sufrió una caída, además, en medio de los apretujones dijo sentirse mal, pero ni esto hizo que le dieran espacio, ni tregua en las preguntas que desde lejos le hacían reporteros: ¿no le da miedo ir a la cárcel? ¿Va a ir esta noche a la SEIDO? ¿Dónde están los dos mil millones?
De ahí que desde 24 horas antes las redes sociales anunciaron que ayer a las 18:30 horas saldría de la ciudad de Miami en Estados Unidos, en el vuelo 413 de Aeroméxico, para arribar al Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México a las 20:35 horas.
Y fue puntual, a las ocho con once minutos ya se podía ver en la pantalla de llegadas internacionales que dicho vuelo había arribado, mientras decenas de reporteros, fotógrafos y camarógrafos intentaban lograr un acuerdo para improvisar una conferencia, toda vez que la oficina de prensa del aeropuerto no daba señales de vida.
Cuando eran las 20:30 horas alguien dijo: ahí viene, y en efecto, por una puerta de esta salida apareció el exgobernador acompañado de su abogado, Eduardo Luengo.
Aparentemente el exmandatario daría un mensaje, como había sido anunciado, sin preguntas, aunque no pudo ser porque el más de medio centenar de comunicadores se abalanzó, sin que éste tuviera espacio para hablar.
Ante la andanada de flashazos, preguntas y empujones, apenas pudo decir: "haré las aclaraciones pertinentes ante las autoridades. Estoy respetando mi palabra de honor, vengo a limpiar mi nombre".
Luego no fue posible que hablara más porque el personal de seguridad del aeropuerto se mezcló con los representantes de los medios de comunicación y en su intento por rescatar al exfuncionario aumentaron la inercia del grupo que empezó a moverse en pos de una respuesta de Andrés Granier, quien arribó al país para aclarar sobre las acusaciones que se le hacen en el Estado de Tabasco por el presunto desvío de 2,900 millones de pesos.
Sin embargo, la noche de ayer no pudo hacer más declaraciones, puesto que su abogado y el cuerpo de seguridad del aeropuerto lo condujeron a un vehículo Mazda blanco, en que fue sacado de la Terminal Aérea Dos.
Mientras era conducido a la salida de la terminal, el exgobernador sufrió una caída, además, en medio de los apretujones dijo sentirse mal, pero ni esto hizo que le dieran espacio, ni tregua en las preguntas que desde lejos le hacían reporteros: ¿no le da miedo ir a la cárcel? ¿Va a ir esta noche a la SEIDO? ¿Dónde están los dos mil millones?
Publicar un comentario