
El conflicto lleva muchos años germinando, creciendo y complicándose, y es una mezcla de aspectos religiosos, delincuenciales, sociales e, incluso, el abanderamiento de banderas reivindicatorias de grupos, dijo en declaraciones para la televisión, previas a asistir a la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, en la ciudad de Morelia.
El coordinador perredista consideró que el Estado mexicano no puede permitir que una parte de su territorio, o que una de sus entidades, se desequilibre a este nivel, porque pone en riesgo a la estabilidad nacional.
Aclaró que el problema de la inseguridad no es un asunto limitado a una entidad de la República, en este caso a Michoacán; "no es normal lo que estamos viendo en estas últimas fechas, en estos últimos días".
Aureoles Conejo agregó que las instituciones de seguridad están aprueba para restablecer el orden en la entidad y que dicha crisis no se extienda a otros estados.
Se pronunció a favor de que el gobierno federal asuma la responsabilidad de encauzar el conflicto que se vive en Michoacán por la inseguridad y de encontrarle solución, porque las autoridades de la entidad no tienen los instrumentos, las herramientas y la capacidad para hacerle frente.
Resaltó la importancia de que la problemática en Michoacán no se enfrente sólo desde una perspectiva estrictamente policial y pidió retomar rubros como la educación pública, salud, atención a las comunidades, servicios y producción.
Finalmente, planteó la realización de un censo estatal de jóvenes, casa por casa, para saber si estudian o trabajan y en qué lugar.
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