Fotos: Rogelio Tinoco
Noel F. Alvarado
Los policías uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública del DF Mauricio Benítez y José Manuel Ocampo, fueron asesinados a balazos en la cabeza y el pecho a corta distancia por uno de dos sujetos que escapaban tras haber asaltado a una mujer y su pequeña hija en la Delegación Tláhuac.
Los dos ladrones y asesinos de los policías uniformados escaparon, por lo que siguen siendo buscados por las policías de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y agentes de la Policía Investigadora.
Los cuerpos de los policías preventivos Mauricio Benítez y José Manuel Ocampo quedaron a bordo de la patrulla T-13-50, debido a que uno de los delincuentes no les dio tiempo ni de descender de la unidad oficial.
De acuerdo con las primeras investigaciones de la Fiscalía de la Procuraduría capitalina en Tláhuac y de reportes del Centro de Información Policial de la Secretaría de Seguridad Pública del DF, los policías uniformados Mauricio Benítez y José Manuel Ocampo comían en una fonda de la Colonia Granjas Cabrera en esa delegación.
En esos momentos, escucharon los gritos de auxilio de una niña que era asaltada junto con su madre, por lo que corrieron para tratar de auxiliarlas. Ello trajo como consecuencia que los dos delincuentes de inmediato abordaran una motocicleta y aceleraran la velocidad para escapar.
Ante tal situación los uniformados abordaron la patrulla T-13-50 y persiguieron a los delincuentes y, con la unidad oficial lograron rozar la motocicleta en la que escapaban por lo que ésta derrapó y cayó junto con los dos individuos.
En una rápida acción, uno de los dos ladrones, se puso de pie y tras acercarse a los policías preventivos con pistola en mano, les apuntó y jaló el gatillo en varias ocasiones, por lo que los proyectiles se alojaron en las cabezas y pechos de los dos uniformados de la SSP.
Luego de ello, el par de asaltantes y agresores de los policías escaparon. En tanto, algunos testigos de inmediato solicitaron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía. Nada pudieron hacer los socorristas, debido a que cuando revisaron los cuerpos de los uniformados, diagnosticaron que éstos ya habían dejado de existir a consecuencia de las heridas de bala.
Este doble asesinato contra los policías preventivos se suma a la serie de homicidios violentos, cuyos expedientes se encuentran en los archivos de la Fiscalía de Investigación para Homicidios de la PGJDF. Hasta ahora ni el fiscal de esa área, Marco Enrique Reyes Peña, ni los directores de Investigación Criminal de Fiscalías Centrales y Descentralizadas, Roberto Rivera Sánchez y Armando Alfredo Jiménez Núñez, han podido aclarar la serie de hechos violentos que diariamente se cometen en la ciudad más importante del país, debido su falta de capacidad en la investigación de los delitos, principalmente de homicidios, lo que va contra la política del Procurador Rodolfo Ríos Garza y del propio jefe de gobierno Miguel Angel Mancera Espinosa.
Los cuerpos de los policías uniformados asesinados fueron trasladados al anfiteatro de la fiscalía en Tláhuac, donde se continúa con las pesquisas.
Los dos ladrones y asesinos de los policías uniformados escaparon, por lo que siguen siendo buscados por las policías de la Secretaría de Seguridad Pública del DF y agentes de la Policía Investigadora.
Los cuerpos de los policías preventivos Mauricio Benítez y José Manuel Ocampo quedaron a bordo de la patrulla T-13-50, debido a que uno de los delincuentes no les dio tiempo ni de descender de la unidad oficial.
En esos momentos, escucharon los gritos de auxilio de una niña que era asaltada junto con su madre, por lo que corrieron para tratar de auxiliarlas. Ello trajo como consecuencia que los dos delincuentes de inmediato abordaran una motocicleta y aceleraran la velocidad para escapar.
Ante tal situación los uniformados abordaron la patrulla T-13-50 y persiguieron a los delincuentes y, con la unidad oficial lograron rozar la motocicleta en la que escapaban por lo que ésta derrapó y cayó junto con los dos individuos.
En una rápida acción, uno de los dos ladrones, se puso de pie y tras acercarse a los policías preventivos con pistola en mano, les apuntó y jaló el gatillo en varias ocasiones, por lo que los proyectiles se alojaron en las cabezas y pechos de los dos uniformados de la SSP.
Luego de ello, el par de asaltantes y agresores de los policías escaparon. En tanto, algunos testigos de inmediato solicitaron la intervención de personal de los cuerpos de socorro y de la policía. Nada pudieron hacer los socorristas, debido a que cuando revisaron los cuerpos de los uniformados, diagnosticaron que éstos ya habían dejado de existir a consecuencia de las heridas de bala.
Los cuerpos de los policías uniformados asesinados fueron trasladados al anfiteatro de la fiscalía en Tláhuac, donde se continúa con las pesquisas.
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