Enrique Hernández, texto y fotos
A unas horas de que regresen a clases más de 25 millones de alumnos, el calvario para los padres de familia continúa, ya que siguen buscando afanosamente precios en los uniformes y útiles escolares.
El Diario de las Mayorías hizo un recorrido por varias partes de la ciudad de México y zonas circunvecinas, donde se vio la desesperación de los paterfamilias por querer llenar las mochilas o simplemente al darse cuenta que el dinero no era suficiente para comprar lo necesario.
Incluso, hubo quienes dijeron que tuvieron que recurrir al préstamo familiar, entre amigos o alguna institución.
Tal es el caso de la señora Romero, quien sin intimidarse manifestó que es una realidad que viven año con año miles de familias.
"Estamos endeudados hasta finales de año, tal vez, si hay aguinaldo con eso podremos saldar la deuda. Y luego es la misma historia porque hay que pedir otro préstamo para las fiestas y regalos de fin de año", recalcó la entrevistada.
Ayer, en el mercado de San Cosme, uno de los lugares donde venden todo tipo de uniformes, se encontraba abarrotado de familias que buscaban el sweater, la blusa, la falda, el pantalón, la chamara deportiva, calcetas y hasta los calzoncillos, con el fin de que sus hijos lleguen lo mejor presentables a este ciclo escolar 2014-2015.
También las papelerías se observaron con miles de padres de familia que buscaban cuadernos, gomas, sacapuntas, juegos de geometría, lápices, plumas, hojas blancas y un sinnúmero de artículos que forman parte de la larga lista de útiles.
Las zapaterías no se quedaron atrás, tenis, zapatos para mujer y hombre, se vendieron como pan caliente, aunque las compras en el mayor de los casos fue de marcas desconocidas y otros de plano, dijeron que sus hijos seguirían con los mismos zapatos del año pasado.
"Ya los mandé arreglar con el zapatero, suelas y tapas nuevas, seguro les duran unos meses más", refirió el señor Rodríguez, quien asegura que invirtió en este gasto al menos 6,000 pesos en tres hijos.
Otros padres incluyeron el despertador en los gastos, "es para levantarse temprano y llegar a tiempo a la escuela, porque luego por el embotellamiento, nos cierran en nuestra nariz las puertas", dijeron.
El Diario de las Mayorías hizo un recorrido por varias partes de la ciudad de México y zonas circunvecinas, donde se vio la desesperación de los paterfamilias por querer llenar las mochilas o simplemente al darse cuenta que el dinero no era suficiente para comprar lo necesario.
Incluso, hubo quienes dijeron que tuvieron que recurrir al préstamo familiar, entre amigos o alguna institución.
Tal es el caso de la señora Romero, quien sin intimidarse manifestó que es una realidad que viven año con año miles de familias.
"Estamos endeudados hasta finales de año, tal vez, si hay aguinaldo con eso podremos saldar la deuda. Y luego es la misma historia porque hay que pedir otro préstamo para las fiestas y regalos de fin de año", recalcó la entrevistada.
También las papelerías se observaron con miles de padres de familia que buscaban cuadernos, gomas, sacapuntas, juegos de geometría, lápices, plumas, hojas blancas y un sinnúmero de artículos que forman parte de la larga lista de útiles.
Las zapaterías no se quedaron atrás, tenis, zapatos para mujer y hombre, se vendieron como pan caliente, aunque las compras en el mayor de los casos fue de marcas desconocidas y otros de plano, dijeron que sus hijos seguirían con los mismos zapatos del año pasado.
"Ya los mandé arreglar con el zapatero, suelas y tapas nuevas, seguro les duran unos meses más", refirió el señor Rodríguez, quien asegura que invirtió en este gasto al menos 6,000 pesos en tres hijos.
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