Noel F. Alvarado.
Aunque el Metro ha captado recursos adicionales tras aumentar la tarifa a cinco pesos en diciembre pasado, no puede usarlos, pues la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aún no autoriza la forma en que debe gastar esos recursos.
Esta semana los diputados deberán sesionar para aprobar el Fideicomiso que administrará solamente los dos pesos del aumento, mientras que se siguen repitiendo las fallas en el servicio, las cuales han sido denunciadas por los mismo diputados locales.
En la ALDF los diputados informaron que los integrantes de las comisiones de Gobierno y de Presupuesto de la Asamblea Legislativa finalmente van a aprobar el Fideicomiso que servirá para atender los 11 compromisos que fueron conocidos por los usuarios mediante una campaña que realizó el STC y posteriormente sirvió para realizar una serie de encuestas con las que se aprobó el aumento a la tarifa.
La novedad del Fideicomiso es que por vez primera, a diferencia de la ocasiòn anterior en que el Gobierno de Marcelo Ebrard, aumentò el cobro, ahora los dos pesos adicionales son para programas de inversión en mejoramiento de la calidad del servicio y no destinar a salarios ni otros gastos de administración.
A 8 meses del aumento, los diputados de la ALDF han señalado que faltan recursos para evitar que ocurra la suspensión del servicio que se presta cada día a 5.3 millones de usuarios, según cifras proporcionadas por el Sistema de Transporte Colectivo.
De acuerdo a la encuesta, aplicada por la empresa Parametría y que puede ser consultada en el portal del STC – www.metro.df.gob.mx -, en octubre del año pasado, a los pasajeros les disgusta principalmente la presencia de vendedores ambulantes, falta de rehabilitación de los trenes y el retraso en el paso de éstos, es decir, la lentitud en el servicio.
Los usuarios respondieron que la tardanza en el paso de trenes se reflejaba en que el 55 por ciento de los usuarios tuviera que esperar más de un convoy para poder abordar.
En esa encuesta se preguntó a los viajeros que, en caso de un aumento tarifario, en que preferirían que se emplearan los ingresos adicionales. La respuesta fue en la conservación o adquisición de trenes, lo que redundaría en mayor rapidez en los traslados, en la remodelación de instalaciones y en mayor vigilancia, entre otras prioridades.
Hasta ese momento el déficit monetario del Metro en su operación presupuestal era de 27 mil 248 millones de pesos (mdp), cifra que implica que hay un subsidio mayor al 50 por ciento del costo del boleto de cinco pesos.
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