Raúl Macías
Los transeúntes iban como todos los días: con prisa y su mente fija en los pendientes del día; si acaso en algunos momentos contestaban una llamada a sus celulares o saludaban a un conocido en calles de la Delegación Iztacalco. Pero de pronto esa monotonía fue rota por el llanto de una bebé de aproximadamente dos meses de edad que se encontraba abandonada en un vil tiradero de basura.
Consternados por esa acción de una "hiena", como calificaron a la progenitora de la bebé o quien tuvo la poca conciencia de tirarla como si fuera un desecho, una señora colocó entre sus brazos a la pobre criatura que en cuestión de segundos se vio rodeada de mucho amor y de quienes rogaban a Dios que le diera las fuerzas para resistir y no tuviera golpes que pusieran en riesgo su frágil vida.
Más rápido que aprisa una señora acudió a un teléfono para pedir que se presentaran en el cruce de Sur 22 y Oriente 247, Colonia Agrícola Oriental en Iztacalco, los paramédicos, porque en el basurero se encontraron a una niña localizada en el interior de una mochila morada con una imagen de Hello Kity, pero que urgía su presencia en el lugar señalado.
Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) se presentaron en el lugar y de inmediato revisaron los signos vitales de la niña; está fuera de peligro. Con su inocencia reflejada en su rostro y ajena a la maldad de quien la procreó, la pequeña se llevó sus deditos a la boca; clara señal de que tenía hambre y esperaba una mano caritativa que se compadeciera.
Ganas no les faltaron a las señoras que cubrieron con su calor de madre a la pequeña para llevarle una mamila, pero fue en cuestión de minutos que los paramédicos la trasladaron al Hospital Pediátrico de Iztacalco, en donde se le atendió como lo que es: una princesita, y le llevaron su biberón con una fórmula adecuada a su edad, que la hizo feliz.
Su estado de salud fue reportado como fuera de peligro, pero que permanecerá en ese nosocomio hasta que la Procuraduría capitalina lo determine, pero de entrada ya se dieron a la tarea de investigar quién o quiénes fueron los desalmados que abandonaron a la pequeña en un basurero.
Los transeúntes iban como todos los días: con prisa y su mente fija en los pendientes del día; si acaso en algunos momentos contestaban una llamada a sus celulares o saludaban a un conocido en calles de la Delegación Iztacalco. Pero de pronto esa monotonía fue rota por el llanto de una bebé de aproximadamente dos meses de edad que se encontraba abandonada en un vil tiradero de basura.
Consternados por esa acción de una "hiena", como calificaron a la progenitora de la bebé o quien tuvo la poca conciencia de tirarla como si fuera un desecho, una señora colocó entre sus brazos a la pobre criatura que en cuestión de segundos se vio rodeada de mucho amor y de quienes rogaban a Dios que le diera las fuerzas para resistir y no tuviera golpes que pusieran en riesgo su frágil vida.
Más rápido que aprisa una señora acudió a un teléfono para pedir que se presentaran en el cruce de Sur 22 y Oriente 247, Colonia Agrícola Oriental en Iztacalco, los paramédicos, porque en el basurero se encontraron a una niña localizada en el interior de una mochila morada con una imagen de Hello Kity, pero que urgía su presencia en el lugar señalado.
Paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) se presentaron en el lugar y de inmediato revisaron los signos vitales de la niña; está fuera de peligro. Con su inocencia reflejada en su rostro y ajena a la maldad de quien la procreó, la pequeña se llevó sus deditos a la boca; clara señal de que tenía hambre y esperaba una mano caritativa que se compadeciera.
Ganas no les faltaron a las señoras que cubrieron con su calor de madre a la pequeña para llevarle una mamila, pero fue en cuestión de minutos que los paramédicos la trasladaron al Hospital Pediátrico de Iztacalco, en donde se le atendió como lo que es: una princesita, y le llevaron su biberón con una fórmula adecuada a su edad, que la hizo feliz.
Su estado de salud fue reportado como fuera de peligro, pero que permanecerá en ese nosocomio hasta que la Procuraduría capitalina lo determine, pero de entrada ya se dieron a la tarea de investigar quién o quiénes fueron los desalmados que abandonaron a la pequeña en un basurero.
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