CALIMAYA, Méx.- Porque se negó rotundamente a salirse de un terreno que presuntamente era de su propiedad, desequilibrado sujeto asesinó a balazos a su propio hijo y a la esposa de éste.
Consumado el doble asesinato, el filicida Tomás Piña Góngora, de 55 años de edad, trató de darse a la fuga; sin embargo, no logró su objetivo, pues los gritos que salían del domicilio de su hijo llamaron la atención de los vecinos, quienes al escuchar las detonaciones de armas de fuego conscientes de que en dicho inmueble se estaba consumando una tragedia familiar, rápidamente pidieron el auxilio de la policía, por lo que de inmediato llegaron elementos de la SSC y de la Municipal para detener al presunto homicida.
La PGJEM informó que cuando dicho sujeto fue trasladado a las instalaciones del centro de justicia local y una vez que elementos de la Policía Ministerial lo sometieron a un riguroso interrogatorio, éste sin el más mínimo arrepentimiento confesó plenamente que había asesinado a balazos a su hijo Gerardo Piña Varona, de 25 años de edad, y a su nuera Marcelina Noverón Hernández, de 23, y sin despecho alguno dijo que lo hizo porque se negaron rotundamente a salirse de un predio que supuestamente era de su propiedad, ubicado en un paraje conocido como La Loma de Ocotillo, barrio El Calvario, en este municipio.
"Desde hace seis meses aproximadamente le dije a mi hijo que tenía que salirse de mi terreno porque pensaba construir y no entendió y hasta se burlaba de mí, se lo advertí, no me creyó y ahí están las consecuencias", dijo con lujo de detalles a los ministeriales.
El filicida fue consignado ante un juez de control y juicios orales de la ciudad de Toluca, quien al cumplirse más de dos meses de su captura, esta mañana gracias a los elementos de prueba que aportó el ministerio público, lo encontró culpable de los asesinatos de su hijo y su nuera, por lo que lo sentenció a 125 años de prisión.
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