Noel F. Alvarado.
Al destacar el papel relevante que ocupa entre la sociedad el sistema de información telefónica Locatel, el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal (TSJDF), magistrado Edgar Elías Azar, afirmó que éste se ha convertido, además, en una vía rápida y eficaz para llegar a resultados socialmente útiles.
En la conmemoración de 35 aniversario de ese sistema, el magistrado se refirió al convenio signado por el TSJDF con esa instancia, mediante el que se capacitó a sus operadores con el curso ¿Qué es y para qué sirve la mediación?, con el objetivo de brindar a los usuarios información sobre la naturaleza y las bondades de la justicia alternativa impulsada por el órgano jurisdiccional capitalino.
"He aquí la vía más rápida y eficaz para llegar a resultados socialmente útiles, ahorrando recursos y dando pasos adelante en el camino de una sociedad menos conflictiva y más confiada en las virtudes del diálogo y la negociación", dijo Elías Azar en la sede del Gobierno del Distrito Federal durante la ceremonia.
El magistrado rememoró el camino iniciado por Locatel en 1979, con la misión inicial de localizar personas extraviadas. "Vivimos todos, en esa década, un raro fenómeno, que algunos atribuían sólo al crecimiento vertiginoso de la metrópolis y sus patologías alucinantes; la gente un día salía y ya no regresaba más a su hogar", recordó.
Locatel, indicó, se convirtió así en una suerte de paliativo, de receptividad tranquilizadora, en tiempos inmediatos a los años convulsos de la desaparición de personas, cuerpos policiales salidos del debido control legal, en una mixtura de guerrilla urbana y tráficos al menudeo de personas, sustancias, joyas y autos.
Pidió dimensionar los alcances hasta ahora logrados por Locatel, y añadió que bastaría recordar que, habiendo iniciado como localizadora de personas, actualmente ofrece un abanico de servicios informativos acerca de trámites médicos, legales, fiscales y de urgencias, entre otros.
El magistrado propuso a la directora del organismo, Karina Moreno Ocampo, que, ante las anécdotas que deben llenar los anales de Locatel en sus ya 35 años de existencia, se cuente con un cronista acucioso para deleitar al lector curioso de éstas.
Y recordó: "sin Locatel no hubiera sido posible descubrir, por recordar un solo ejemplo que todos recordamos, aquella película clásica del cine mexicano de El Castillo de la Pureza, en que un obseso había encerrado bajo siete llaves a su familia entera; el cine nacional hizo una ópera magna de este fenómeno, en donde Locatel queda siempre en primer lugar".
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