Patricia Carrasco
La X Caravana de Madres Centroamericanas, en búsqueda de sus hijos desaparecidos, denominada Puentes de Esperanza, llegó al Distrito Federal, donde repudiaron que zonas de México se hayan convertido en una gigantesca fosa clandestina, para quienes huyen en una migración forzada por la violencia estructural extrema, económica, política y social. Y exhibió que "entre 70 y 150,000 migrantes han muerto o desaparecido de 2006 a la fecha en territorio mexicano".
Esos muertos, dijeron, han sido víctimas de la impunidad de las autoridades y el crimen organizado "que han convertido a la migración en un gran negocio de ganancias incalculables".
Estas madres efectúan una pesada marcha desde sus lugares de origen llenas de profunda tristeza, pero buscando con suma esperanza a sus hijos desaparecidos, desde hace más de 10 años. Son madres, esposas y hermanas buscando a sus familiares.
Martha Sánchez Soler, dirigente del Movimiento Migrantes Mesoamericano, manifestó que México se ha transformado en un país en donde los migrantes son convertidos en mercancía, extorsionados por la delincuencia organizada y agentes del estado, sin que ningún gobierno escuche y ponga en marcha políticas de prevención de la tortura y de garantía de respeto a derechos humanos, durante el tránsito de los migrantes.
Ana Celaya, madre salvadoreña que busca a su hijo, pidió al gobierno mexicano dejar de masacrar a los migrantes, y apoyar en la búsqueda.
Cansadas por el largo caminar por Tenosique, Tabasco, Palenque, Villahermosa, Chontalpa, Coatzacoalcos, Acayucan, Córdoba, La Patronas, Apizaco, Boyay, San Sebastián, San Luis Potosi, Guadalajara, Celaya y la ciudad de México, denunciaron las violaciones que padecen los migrantes en este territorio minado que es México.
Martha Sánchez expuso que la sentencia final del Tribunal Permanente de los Pueblos, determinó que México se ha convertido en un país de frontera en el que miles de migrantes centroamericanos, especialmente, son transformados en mercancías, extorsionados por redes de criminalidad o agentes del estado.
Igualmente manifestó que mientras el Estado dice no saber o atribuir la responsabilidad de todo ello a las circunstancias, las organizaciones que trabajan con migrantes han documentado de forma muy clara y dramática su situación.
La caravana también busca proteger los derechos de los migrantes, velar para que se respete su dignidad como seres humanos y se les haga justicia sin atropellos ni denigraciones, pues, tanto los migrantes como sus madres merecen respeto y apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
A estas madres migrantes se les ayuda a dar con sus hijos, sea muertos, enfermos o desaparecidos, porque se les rastrea en reclusorios, hospitales, albergues y en las diversas rutas que utilizan los migrantes en su tránsito para cruzar la frontera norte.
Las madres y familiares que participan en la Caravana de Madres Centroamericanas, en búsqueda de sus hijos, tienen años denunciando las violencias que padecen los migrantes en México
La caravana empezó el 18 de noviembre de 2014 en Guatemala.
Además, inicia la Caravana Italiana para los Derechos de los Migrantes, para la Dignidad y la Justicia, desde Lampedusa rumbo a la frontera con Europa, en apoyo a la centroamerican
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La X Caravana de Madres Centroamericanas, en búsqueda de sus hijos desaparecidos, denominada Puentes de Esperanza, llegó al Distrito Federal, donde repudiaron que zonas de México se hayan convertido en una gigantesca fosa clandestina, para quienes huyen en una migración forzada por la violencia estructural extrema, económica, política y social. Y exhibió que "entre 70 y 150,000 migrantes han muerto o desaparecido de 2006 a la fecha en territorio mexicano".
Estas madres efectúan una pesada marcha desde sus lugares de origen llenas de profunda tristeza, pero buscando con suma esperanza a sus hijos desaparecidos, desde hace más de 10 años. Son madres, esposas y hermanas buscando a sus familiares.
Martha Sánchez Soler, dirigente del Movimiento Migrantes Mesoamericano, manifestó que México se ha transformado en un país en donde los migrantes son convertidos en mercancía, extorsionados por la delincuencia organizada y agentes del estado, sin que ningún gobierno escuche y ponga en marcha políticas de prevención de la tortura y de garantía de respeto a derechos humanos, durante el tránsito de los migrantes.
Ana Celaya, madre salvadoreña que busca a su hijo, pidió al gobierno mexicano dejar de masacrar a los migrantes, y apoyar en la búsqueda.
Cansadas por el largo caminar por Tenosique, Tabasco, Palenque, Villahermosa, Chontalpa, Coatzacoalcos, Acayucan, Córdoba, La Patronas, Apizaco, Boyay, San Sebastián, San Luis Potosi, Guadalajara, Celaya y la ciudad de México, denunciaron las violaciones que padecen los migrantes en este territorio minado que es México.
Martha Sánchez expuso que la sentencia final del Tribunal Permanente de los Pueblos, determinó que México se ha convertido en un país de frontera en el que miles de migrantes centroamericanos, especialmente, son transformados en mercancías, extorsionados por redes de criminalidad o agentes del estado.
Igualmente manifestó que mientras el Estado dice no saber o atribuir la responsabilidad de todo ello a las circunstancias, las organizaciones que trabajan con migrantes han documentado de forma muy clara y dramática su situación.
La caravana también busca proteger los derechos de los migrantes, velar para que se respete su dignidad como seres humanos y se les haga justicia sin atropellos ni denigraciones, pues, tanto los migrantes como sus madres merecen respeto y apoyo de las autoridades de los tres niveles de gobierno.
A estas madres migrantes se les ayuda a dar con sus hijos, sea muertos, enfermos o desaparecidos, porque se les rastrea en reclusorios, hospitales, albergues y en las diversas rutas que utilizan los migrantes en su tránsito para cruzar la frontera norte.
Las madres y familiares que participan en la Caravana de Madres Centroamericanas, en búsqueda de sus hijos, tienen años denunciando las violencias que padecen los migrantes en México
Además, inicia la Caravana Italiana para los Derechos de los Migrantes, para la Dignidad y la Justicia, desde Lampedusa rumbo a la frontera con Europa, en apoyo a la centroamerican
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