Patricia Carrasco
En el primer domingo de Cuaresma, la Iglesia Católica convocó a los creyentes al cambio y a no echar a otros la culpa de nuestros males, refirió que "sólo los cínicos pueden decir que están libres de culpa y pueden destruir a quienes se les ponga enfrente", y por eso, incluso, da gusto que hasta la Iglesia reconozca sus fallas históricas y públicamente pida perdón.
"Todos vemos la necesidad del cambio, pero pensamos que los demás son los que tienen que cambiar. Porque pensamos que la causa de nuestros males está en que el gobierno, la Iglesia, los partidos, los empresarios, los medios de comunicación, los jóvenes, los de izquierda, los de derecha, mi esposo, mis hijos, mis papás, todos ellos son los que andan mal", afirmó el Arzobispo Primado de México.
En la misa dominical en la Catedral Metropolitana agregó: "es más, nos da gusto que la Iglesia reconozca sus faltas históricas y que públicamente pida perdón, pero quizá no llegamos a ver la necesidad de un cambio personal".
El llamado de Jesús es muy claro, todos estamos necesitados de la conversión, sólo los hipócritas pueden decir que son tan justos y tan santos que no necesitan conversión, sólo los cínicos pueden decir que ellos están libres de culpa y por eso pueden arrojar no sólo la primera piedra, sino insultar y destruir al que se les ponga enfrente, citó el prelado.
¿Para quién es el llamado a la conversión? Por supuesto que en primer lugar para nosotros, los miembros de la Iglesia, para nosotros que nos llamamos cristianos.
Otros quizá veamos en Zaqueo el camino para nuestra conversión, para llegar a decir como él "si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más" porque, quizá no hemos defraudado en términos monetarios, pero llegamos a reconocer que estamos defraudando en el respeto, en el amor, en el cariño que les debemos a aquellos que el Señor puso cerca de nuestra vida.
Ante los católicos congregados, sostuvo que muchas veces faltamos al respeto a los demás en el derecho que les tenemos, en el amor y dar atención a nuestros seres queridos, a la gente que tenemos cercana.
En la oración de los fieles se elevó una plegaria por los 21 cristianos decapitados por el Estado Islámico (EI) en Libia, el pasado fin de semana.
Manifestó su pesar de la siguiente manera: "me permito recurrir a mi lengua materna para expresar un hondo y triste sentimiento. Hoy pude leer la ejecución de esos 20, 21, 22 cristianos coptos. Solamente decía Jesús ayúdame. Fueron asesinados por el solo hecho de ser cristianos"
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