A su llegada a Tixtla, los normalistas desencadenaron su furia en contra de las instalaciones de la Policía Municipal, donde incendiaron una patrulla policial y la ambulancia de Protección Civil, además destruyeron computadoras, equipos de la base de radiocomunicación y demás cosas que encontraron en ese lugar.
Ahí detuvieron a tres elementos de la corporación mismos que amenazaron con mantener retenidos el tiempo que estuvieran detenidos sus compañeros que detuvo la Policía Estatal en el desalojo.
Una hora después los normalistas volvieron a subir a los autobuses y se trasladaron a Chilpancingo con la intención de recuperar a sus compañeros y de ser necesario volver a enfrentar a los policías; sin embargo, en la zona de Tierras Prietas donde fue la confrontación ya no había nadie, por eso sin contratiempos pudieron llegar hasta el zócalo de la ciudad, donde se les avisó que sus compañeros ya habían sido liberados en la misma zona de Tierras Prietas y estaban camino a la normal, con eso dieron por concluida la jornada del día y se fueron de regreso al plantel
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