Noel F. Alvarado
El comandante de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, Felipe "N", de 48 años de edad, fue acribillado de 28 balazos que le dispararon con ráfagas de metralleta en los momentos en que viajaba a bordo de una camioneta Hummer, tras salir de su domicilio, localizado en la Unidad Habitacional Vicente Guerrero.
Después cometer la ejecución, los sicarios se dieron a la fuga, por lo que las policías uniformadas de la Secretaría de Seguridad Pública e Investigadora del gobierno de la Ciudad de México continúan con las investigaciones a fin de obtener información que los lleve al esclarecimiento de este crimen
Ello, aunque todo parece indicar que fue ultimado por gente ligada a alguna célula de la delincuencia organizada que opera en el oriente de la CDMX y el municipio de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México.
Las primeras investigaciones de la fiscalía de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México señalan que el comandante de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México la mañana de
En los momentos en que se disponía a avanzar fue interceptado por varios sicarios, quienes, sin mediar palabra y sin darle tiempo de nada, sacaron armas de fuego y una metralleta con la que le dispararon en repetidas ocasiones.
La serie de proyectiles de arma de fuego se incrustaron en los cristales, en la carrocería y en el cuerpo de este comandante mexiquense, por lo que inmediatamente se desvaneció.
Cometida la agresión, los sicarios se dieron a la fuga a bordo de un automóvil del que se desconocen mayores características. El cadáver del comandante quedó sobre el asiento delantero izquierdo y tras el volante de la camioneta Hummer, la cual quedó parada en la esquina de la Cerrada de Rincón y Combate de Celaya, Unidad Vicente Guerrero, Delegación Iztapalapa.
Durante las investigaciones, se logró conocer que el ahora occiso era comandante de la Policía Ministerial de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, adscrito en el municipio de Coacalco.
Una vez que los investigadores de la Procuraduría capitalina realizaron la inspección ocular y tras recoger toda evidencia que los lleve al esclarecimiento de este crimen, el cadáver del excomandante mexiquense fue trasladado al anfiteatro de la fiscalía en Iztapalapa, donde se continúan con las pesquisas, a fin de conocer los motivos por los que fue acribillado y conocer quiénes cometieron el asesinato
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