Burócratas resignados, no

martes, 16 de febrero de 20160 comentarios

El Papa llamó la atención de lo fundamental. Por encima de burocratismo y activismo, las decisiones de los hombres y mujeres de fe deben tener por sustrato la oración y contemplación. 


En Chiapas, Francisco constató la sangría del catolicismo; hoy en Morelia, se aproximó a la fortaleza de la Iglesia en la región de México que más vocaciones genera. Si en Chiapas hay hemorragia, Michoacán demostró el músculo de la fe. Vallas nutridas, estampas clericales y religiosas de la Iglesia en movimiento, seminaristas y novicias de todas las diócesis para constatar el futuro de la Iglesia sacudida por los escándalos, llamados a formarse en espíritu y verdad para no ser "clérigos de estado" como lo escribió en el libro de visitantes del seminario conciliar del Espíritu Santo de Ecatepec. A diferencia de la reunión con los pastores en Catedral de la Arquidiócesis de México, en el estadio de Morelia está la tropa, el cuerpo en movimiento que sostiene y dirige comunidades, religiosas jóvenes con ilusiones y ancianas de fortaleza sobrenatural que sostienen la mayoría de las obras de caridad de la Iglesia católica a nivel nacional.
 
Es la región cercana al Bajío, emblemática por la convulsionada historia religiosa. Aquí el grito de "Viva Cristo Rey" se escuchó con tambores de guerra y hoy se aclama en honor al Papa Francisco afincado en la Iglesia de las periferias. La devoción esta mañana en Michoacán desborda porque en la médula de laicos y consagrados está el testimonio de sus mártires como el niño José Luis Sánchez del Río, el nuevo santo quien cayó a los 14 años en su natal Sahuayo, municipio michoacano colindante con Jalisco bañado de sangre y plagado de narcofosas.
 
La vida consagrada escuchó lo que debe ser lo importante. En el marco del Evangelio que proclamó la oración eminentemente sacerdotal del Padre Nuestro, el Papa llamó la atención de lo fundamental. Por encima de burocratismo y activismo, las decisiones de los hombres y mujeres de fe deben tener por sustrato la oración y contemplación. Las tentaciones salieron a relucir como el domingo pasado. Y cómo no cuando el sacerdocio mexicano fue blanco de la sospecha ante el mayor escándalo del clérigo que conmocionó al mundo cristiano y que, precisamente, nació en esta parte de México, ahora sepultado en Cotija, Michoacán, de Marcial Maciel, el burócrata depredador y oportunista defraudador que usó el Evangelio para arrojarlo a los lobos, el de la doble vida al servicio del mal humillando al mismo Dios de Jesucristo.
 
Resignación es la tentación favorita del demonio. Y el diálogo con el diablo adormila la conciencia para aceptar sin menor condición los problemas de violencia que acaban con nosotros, más en Michoacán que no ve la paz verdadera sino la de los sepulcros como señalo en algún editorial el semanario de  la Arquidiócesis de México, "Desde la fe". La exigencia a la vida consagrada es a no instalarse y atrincherarse en la oficina de la burocracia eclesiástica enmohecedora de la vocación y apolillante de los tesoros de la gracia que gratis se recibieron.
 
Tata Vasco, dijo el Papa, abandonó la magistratura para aceptar el timón del sacerdocio al defender la dignidad de los purépechas en pobreza y abandono. Con la recuperación de la memoria emerge la fidelidad y la oración es don de fortaleza para ir al mundo en vez de pavonearse en el altar o golpear a las ovejas ya lastimadas por la grave descomposición social de México y Michoacán.
 
El llamado del Papa es evidente para los consagrados. Unirse a Cristo, confiar en el Padre para ser innovadores desintoxicados de la rutina. Don Vasco vivía en oración y actuaba por la oración para  testimoniar en la historia no sin padecer reproches y ataques. Antes que beneficios y prebendas, la vida consagrada es participación de la vida divina. Ay de nosotros, decía Francisco, si no somos testigos de lo que hemos visto y oído. Y el pueblo de Dios en México ha sido lastimado por funcionarios de lo divino que han actuado como burócratas de las tinieblas trasquilando a la oveja enferma.
 
Después de la etapa oscura, la vida consagrada y sacerdotal en México tiene enfrente una gran era de luz. Las sacudidas sociales abren el reto de innovación frente al sistema de pecado petrificado e inamovible apuntado por el Papa. En Morelia fustigó al clero y laicos para salir de la parálisis. En la vida consagrada, hay esperanza de pastores hábiles y sin discapacidades para ayudar y consolar, para anunciar y denunciar. Como don Vasco de Quiroga, el papá de los indígenas purépechas, la nueva etapa de la Iglesia de México imprime la obligación de formar gente orante, contemplativa y sincera, noble, fuerte y convencida de la vocación con don inestimable para bien de los hermanos. Burócratas resignados, no.
 
La segunda etapa de la viaje de Francisco en Morelia tocará otra de las fibras más lastimadas de México. La juventud seducida por las tentaciones del crimen, juventud que parece no tener camino certero de esperanza. A pocos kilómetros de distancia, la tierra michoacana había sufrido una nueva ola de violencia, a pocos kilómetros del Papa muchos jóvenes mueren desconocidos por aceptar con resignación el camino del poder del narcotráfico.


Enviado desde mi iPhone
Share this article :

Publicar un comentario

Labels

JUSTICIA (39) POLITICA (18) REPUBLICA (16) POLICIA (12) CIUDAD (4) ECONOMIA (4) DEPORTES (2) ESTADOS (1) SOCIEDAD (1)

LO MÁS LEIDO 2

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. NOTIREDMEXICO - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Published by Mas Template
Proudly powered by Blogger