* Los que forman parte de la Iglesia no pueden tener una mentalidad de empleados o burócratas que simplemente hacen su función, es decir, que trabajan ocho horas y reciben un sueldo, dijo el Rector de la Universidad Pontificia de México.
Un llamado "a no caer en la tentación de la indiferencia" y el desarrollo de "una oración hecha vida", son los elementos más destacados del mensaje que ofreció este martes el Papa Francisco en la Misa dedicada a sacerdotes y seminaristas en el Estadio Venustiano Carranza, en Morelia, Michoacán.
En entrevista para Desde la fe, el rector de la Universidad Pontificia de México, P. Mario Ángel Flores, señaló que en este mensaje el Santo Padre hizo una invitación para que los miembros de la iglesia no caigan en las tentaciones de la actualidad.
"¿Pero cuáles son estas tentaciones? En el contexto que vivimos lo son, sin duda, la violencia, el narcotráfico y la falta de respecto a la dignidad humana de la persona. ¿Caer en la indiferencia y quedarse en la resignación es lo prudente? Al contrario, esta es una realidad dolorosa de ver, y que tiene que ser cambiada como el Santo Padre lo pide", explicó.
Dijo que los que forman parte de la Iglesia no pueden tener una mentalidad de empleados o burócratas que simplemente hacen su función, es decir, que trabajan ocho horas y reciben un sueldo, sino recordar que sirven a la Iglesia, y que por lo tanto, ofrecen por completo su vida.
"La vocación religiosa implica toda la vida, es un poderoso ideal y un mandato de Cristo que sale directamente del Evangelio, y hay que presentar congruentemente a los demás".
Resaltó que el mensaje, pero sobre todo la presencia del Santo Padre en nuestro país, servirá para generar nuevas vocaciones sacerdotales entre los jóvenes.
"Su presencia y su ejemplo es un estímulo para estos jóvenes, ya que la vocación es un llamado silencioso, a veces el llamado se queda en el vacío y no hay un ambiente específico que impulse esta llamada. Pero con un ejemplo tan fuerte como el Papa ofrece, se dan las circunstancias favorables para que venga la respuesta".
El mensaje que el Papa ofreció en el Estadio Venustiano Carranza es ya el noveno pronunciado en territorio mexicano, y uno de los más significativos por la asistencia de cien mil religiosos provenientes de todas las diócesis del país.
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