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> El Papa Francisco fue ovacionado por miles y miles de mexicanos que se concentraron a las afueras del Hospital Infantil de México "Federico Gómez", donde fue recibido en medio de porras, cánticos y gritos. La emoción se desbordó cuando el Santo Padre, saludó a hombres, mujeres, niños y adultos mayores que desde temprano acudieron para ver a su Santidad y recibir su bendición.
> A las afueras y en las inmediaciones del Hospital Infantil "Federico Gómez, localizado en la Colonia Doctores, desde temprano, se vivieron momentos de emoción y devoción de miles y miles de niños, niñas, adultos mayores, mujeres y hombres, movidos por la fe, que se se dieron cita para ver de cerca al Papa Francisco.
> La visita de Su Santidad a ese hospital, generó una reacción de emoción y regocijo. Su persona es de bondad. La manera en que se dirige hacia la gente, da mucha esperanza. Su presencia significa esperanza y fe a los niños enfermos.
> El doctor y director de ese hospital, José Alberto García Aranda, señaló que la visita de Su Santidad, servirá como un motor para impulsar el ánimo de todos los que trabajan en el hospital.
> Los niños que se atienden en ese hospital, son aquellos que no tienen acceso a la seguridad social y son los más pobres que hay en el país. El Santo padre, sostuvo una reunión en este hospital con los empleados, principalmente con enfermeras y trabajadores sociales, así como con algunos invitado espaciales.
> Algunos trabajadores de este hospital, señalaron que los niños estuvieron ansiosos por platicar con el principal líder de la Iglesia Católica. La presencia del Papa Francisco, significó mucho para los enfermos y los católicos.
> Su Santidad llegó por la calle de Doctor Márquez, e ingresó por la puerta número 3, donde fue por Angélica Rivera, esposa del presidente Enrique Peña Nieto; por la secretario de Salud, José Narro Robles y por los miembros del Patronato del Hospital Infantil.
> De ahí se dirigió por un pasillo al loby del auditorio "Jesús Kumate", en donde lo esperaban 40 niños que padecen distintas enfermedades, y que actualmente están ahí hospitalizados. En el auditorio, el Papa dio un mensaje, y después platicó con los niños y con sus padres.
> En el área de oncología se reunió con 25 menores, y de ahí pasó a un cuarto que es emblemático y muy significativo para quienes trabajan en el hospital: el salón de juegos para los niños con cáncer.
> El doctor García Aranda le comunicó al Papa Francisco algunas cifras respecto a la tasa de curación del cáncer que se ha conseguido en este hospital, aplicando los cuidados especiales y los últimos avances en el tratamiento de la enfermedad.
> El doctor, José Alberto García Aranda y director del Hospital infantil de México, "Federico Gómez", explicó que se cuenta con 27 especialidades, donde se trabaja todos los días en el hospital y en programas exitosos, que no tienen otras instituciones de pediatría en el país, como los transplantes de hígado, corazón, riñón y córnea.
> Explicó que estas especialidades no se tienen en conjunto en ninguna otra institución y se cura a 80 por ciento de los niños con leucemia linfobástica aguda.
> En esta ocasión, Su Santidad, Francisco vio el momento en que dos pequeños anunciaron tocando una campana, que han sido curados de cáncer.
> El Papa Francisco, trajo un mensaje de esperanza; esperanza para los niños enfermos; esperanza para los papás de esos niños que requieren de mucho apoyo espiritual -pero al mismo tiempo mostrarles amor a todos-, y a los papás de los niños enfermos.
> Para el personal, un gran apoyo de esperanza y de amor; para que se siga haciendo una labor como la hacen todos los días, señala José Alberto García Aranda, director de este hospital infantil de "México, Federico Gómez".
> Es importante recordar que Su Santidad, Francisco, es el segundo Papa que visita éste hospital, pues el 29 de enero de 1979, el papa Juan Pablo II, visitó este Hospital Infantil de México, "Federico Gómez".
> "La enfermedad no les permite jugar con sus amigos; por eso ha querido venir a verles otro amigo, el Papa, que tantas veces piensa en ustedes y reza por ustedes", dijo entonces Juan Pablo II.
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