* Sergio González, escolta del Alberto Sentíes, pereció el pasado viernes en un cuarto de hotel en Atizapán de un infarto al miocardio; antes de morir, sufrió de gastritis y estrés, según los peritajes y la necropsia
Álvaro Velázquez
TOLUCA, Méx.- Los peritajes y la necropsia de ley que se practicó al cadáver de Sergio González, escolta de Alberto Sentíes, confirmaron que éste murió de un paro cardiaco al miocardio.
Así lo dio a conocer el Procurador de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, quien señaló que de acuerdo a los mismos peritajes y a los estudios que se le practicaron al cadáver del escolta, éste antes de su muerte sufrió de una profunda grastritis y estrés, que posiblemente se dieron por el problema que enfrentó a raíz de la golpiza que propinó al conductor de una camioneta en Viaducto-Tlalpan, el pasado 11 de marzo.
El Procurador informó que durante las inspecciones oculares y los peritajes que se practicaron dentro de la habitación del hotel donde se hospedó Sergio González, no se encontraron huellas de violencia o de lucha, "todo estaba en orden".
Dijo que los exámenes de alcoholemia que se practicaron al cadáver del escolta resultaron negativos, así como el doping, pues no se le encontró en la sangre residuos de cocaína, mariguana, metanfetaminas o cualquier otra droga ni tampoco sustancias tóxicas que pudieran haberle provocado algún envenenamiento.
Gómez Sánchez, dijo que el exudado que se le practicó vía anal y bucal al cadáver de Sergio González determinaron que no hubo rastros de violencia sexual.
Asimismo, agregó el Procurador mexiquense, el examen de grafoscopía que practicaron los peritos determinaron que la caligrafía de la letra que se encontró en las dos cartas que escribió el escolta era la misma con la que se registró en el hotel antes de entrar a su habitación.
Por los resultados de todos los peritajes y los estudios practicados por personal de la PGJEM, informó el Procurador, se confirmó que el escolta del propietario del Ferrari, Alberto Sentíes, murió víctima de un paro cardiaco al miocardio; sin embargo, añadió, durante las próximas 48 horas se practicarán una serie de pruebas patológicas para determinar qué fue lo que le ocasionó el paro cardiaco.
Finalmente, Alejandro Gómez Sánchez dijo que desde el mismo momento en que se dio a conocer la muerte del escolta, su esposa y uno de sus hijos se presentaron en las instalaciones de la PGJEM para reclamar el cuerpo y darle cristiana sepultura; sin embargo, por lo delicado del caso y debido a que se presumía que se podía estar ante un posible asesinato, tienen que esperar hasta que se concluyan con todos los peritajes y la necropsia de ley, para despejar cualquier duda y confirmar, como ya sucedió, que Sergio González murió de un paro cardiaco al miocardio
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