Raúl Macías
La indiferencia y la prisa de los ciudadanos hacen que dejen de apreciar lo que ocurre a su alrededor, y así fue ayer en una banca que se localiza en Paseo de la Reforman, sitio en el que un hombre perdió la vida a causa de un infarto. Para todos parecía que se encontraba dormido, porque se trataba de una persona en situación de calle y es común verlos descansar en los sitios públicos.
Parejas de novios, personas que se cansaban de caminar y transeúntes lo miraban de reojo, incluso una mujer aprovechó para cambiarse sus tenis por zapatillas, ya que iba a su centro de trabajo; nadie reparaba en lo que le había pasado a ese desconocido que se mantuvo en la misma posición; porque sentado lo agarró la muerte; sentado y así como había vivido últimamente: solo.
No se sabe realmente quién o quiénes le dieron aviso a los policías que se encontraban a unos pasos del cruce de Paseo de la Reforma y Glorieta de La Palma, Colonia Cuauhtémoc. Ya cuando los uniformados de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México se acercaron y comenzaron a acordonar el área, fue que quienes estaban a un lado del difunto se percataron que algo sucedía.
Los policías les pidieron que se levantaran de ahí para que dejaran que trabajaran los peritos de la PGJCDMX. Al revisarlo no le encontraron ninguna herida provocada por arma de fuego o punzocortante, concluyendo entonces que el desconocido, de aproximadamente 65 años de edad, perdió la vida por una falla en su corazón, sin que se precisara cuánto tiempo había pasado desde el deceso.
En tanto, servidores públicos de la Procuraduría citadina marcaron el lugar en donde esta persona quedó sin vida. No había mucho por hacer porque no hubo violencia en este fallecimiento, y en cuestión de minutos concluyeron con el primer paso del protocolo para el levantamiento de la investigación y procedieron a llevarse el cuerpo al anfiteatro de la Delegación Cuauhtémoc.
Aunque se dijo que se trataba de una persona en situación de calle, en la PGJ capitalina se dieron a la tarea de tratar de localizar a sus familiares, sin que hasta el momento se tenga conocimiento si es que portaba algún tipo de identificación entre sus pertenencias, por lo que de ser así y nadie lo reclame, sus restos serán guardados un tiempo y posteriormente se decidirá qué hacer con ellos
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