Zacatecas, Zac.- Una riña campal registrada al interior del Centro de Readaptación Social (Cereso) de Cieneguillas, derivó en la muerte de dos reos, cinco más resultaron lesionados y uno de ellos se reporta grave; la riña se registró este sábado después de la visita familiar.
Lo que era un día de alegría para los internos de Cieneguilla por haber recibido la visita de sus familias, se convirtió en un sábado trágico y peligroso; alrededor de las 5:00 de la tarde de acuerdo con la versión de las autoridades comenzó una riña en el Módulo cuatro del área de Sentenciados en el Cañón Amarillo.
En dicho cañón se enfrentaron reos que pertenecen a dos grupos de la delincuencia organizada, el personal de guardia y custodia al darse cuenta de la agresión, la cual se acrecentaba minutos a minuto, solicitaron ayuda tanto de autoridades federales como estatales y municipales.
Durante la riña campal algunos internos incendiaron uno de los dormitorios, durante el fuego ningún preso resultó lesionado, no ha sido en la trifulca.
Se informó que durante la enorme riña en el que se usaron puntas, piedras y todo tipo de armas hechizas, dos reos perdieron la vida y cinco más resultaron heridos, uno de estos tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital, ya que las lesiones que sufrió ponen en riesgo su vida.
Los internos que perdieron la vida durante la disputa son: Armando Noé Ceniceros Roldán y José Alberto Ramos Lozano, uno de los cuerpos fue encontrado en el Cañón Amarillo y el otro, cerca del área administrativa, lo que hace suponer que trató de resguardarse tras ser herido y en su huida perdió la vida.
Ambos cadáveres fueron trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo), en donde se realizará el potoco de ley.
Los lesionados por su parte, fueron identificados como: Marcelo Rodríguez Ponce, Luis Alberto Puente Gama, Juan Manuel Ramírez Martínez, José Alberto Dávila Lozano y Carlos Humberto Delgado López, aunque no se identificó a cuál de ellos se trasladó grave al hospital.
La riña habría durado poco más de 30 minutos, pues una vez que ingresaron elementos de las diversas corporaciones y grupos antimotines todo fue controlado y los internos fueron enviados a sus celadas.
El exterior y los alrededores del centro penitenciario más importante del estado era custodiado por personal del Ejército Mexicano, Policía Federal, Estatal, Ministerial, Metropolita y Municipal.
Asimismo se encontraban ambulancias de la Cruz Roja y Protección Civil en espera por si era necesario atender a más reos.
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