Por: Noel F. Alvarado
· La primera etapa, correspondiente al Túnel de Viento, ya está en operación y es única en su tipo en México
· La dependencia podrá analizar sus proyectos para que la nueva infraestructura pública sea más segura, resiliente, sustentable y económica
El Gobierno de la Ciudad de México, a través de la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), firmó un convenio de colaboración con la Alianza para la Formación e Investigación en Infraestructura para el Desarrollo de México AC (FiiDEM), para la construcción y equipamiento de un laboratorio de última tecnología que permita realizar pruebas a la obra pública en general, así como a los desarrollos privados, para brindar mayor seguridad en las construcciones y crear infraestructura resiliente y sustentable.
El titular de la SOBSE, Edgar Tungüí Rodríguez, indicó que este convenio se suma a la lista de acuerdos ya signados con otros organismos para mejorar la obra pública que se construye en la CDMX, en beneficio de los capitalinos.
Detalló que, a través de esta colaboración, las empresas aportarán de manera voluntaria el 0.002 por ciento del total de la inversión de cada contrato que firmen con la dependencia, para la edificación del Laboratorio de Estructuras y Materiales de Alta Tecnología (LemAT).
Enfatizó que este tipo de proyectos contribuyen a mejorar la seguridad estructural, prioridad del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, y que coadyuvan al cumplimiento del Reglamento de Construcciones para la Ciudad de México.
"Nosotros como secretaría estamos entrando a un proceso de ganar-ganar. No solamente se trata de que busquemos cómo hacerle llegar recursos a la Alianza, sino hacer uso de sus instalaciones en beneficio de las obras públicas en la ciudad", subrayó.
Alfonso Ramírez Lavín, director general de la Alianza FiiDEM, ofreció tras la firma del convenio un recorrido por el Túnel de Viento -en operación desde el 3 de febrero del 2015. Esta herramienta de análisis es única en su tipo en México, por lo que las pruebas sobre los efectos del viento ya no se tienen que enviar a otros países para su realización.
Con el Túnel se hace investigación de punta sobre los efectos del viento en estructuras, personas en espacios urbanos, equipos y movimiento de masas de aire, entre otros, mismos que se relacionan estrechamente con sus aplicaciones a la ingeniería civil, arquitectura y meteorología.
Los resultados permiten, entre otras cosas, mejorar la confiabilidad del diseño estructural, determinar los efectos del viento en diversos elementos arquitectónicos, diseñar dispositivos para mitigar los efectos del viento y elaborar normas para brindar mayor seguridad.
Rodríguez expresó que el Reglamento de Construcciones para la Ciudad de México "tiene capítulos sobre las nuevas técnicas complementarias, ahí se establecen cuáles son aquellas construcciones que requieren tener un diseño por viento, desde luego son edificios altos y anuncios de espectaculares, por ejemplo".
Destacó que la ampliación del Laboratorio de Estructuras y Materiales de Alta Tecnología permitirá sumar estas tecnologías al análisis de las nuevas estructuras para hacerlas más resistentes a otros fenómenos naturales, como los sismos; "podemos traer una trabe del segundo piso y probar en escala real cuál es su comportamiento".
El laboratorio se construirá en el predio aledaño -de 23 mil 847 metros cuadrados-, donde se edificarán las áreas para el análisis de estructuras y materiales. Para construir y equipar dichas instalaciones se requiere una inversión del orden de 786 millones de pesos, cifra que se alcanzará a través del convenio, así como de recursos que brinden al FiiDEM instituciones de apoyo al desarrollo tecnológico y de la infraestructura del país.
Ramírez Lavín agradeció el apoyo del Gobierno de la Ciudad de México y recordó que la administración capitalina también forma parte de la Alianza FiiDEM.
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