Por Noel F. Alvarado
La Procuraduría General de Justicia capitalina restituyó sus derechos a un menor de casi 5 años de edad, primo hermano de la pequeña de 7 años que era golpeada por su abuela y que fue abandonada en diciembre pasado en calles de la delegación Iztapalapa. El pequeño también presenta heridas en la cara, cicatrices en todo el cuerpo, y una deformidad por fractura en el brazo derecho, entre otros, por lo que se le dio prioridad a su salud y se envió a un nosocomio para su atención médica.
Los primos del agraviado, creían que el niño estaba muerto, debido a una golpiza que le dio la mujer.
Ante estas evidencias, la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes solicitará en las próximas horas, la vinculación a proceso, así como prisión preventiva contra la abuela materna de las víctimas por el delito de privación ilegal de la libertad, con la modalidad de causar un daño, la cual tiene una penalidad de hasta 60 años de prisión.
El primer antecedente de este caso médico legal fue conocido en diciembre pasado, cuando el agente del Ministerio Público de la referida fiscalía fue notificado por las autoridades del Hospital Pediátrico de Moctezuma, del ingreso de una niña de 7 años de edad, quien fue encontrada en la calle con evidentes signos de violencia.
Derivado de las tareas implementadas por la Policía de Investigación, se logró establecer la probable participación de la abuela de la menor en el maltrato, por lo que una vez reunidos los elementos de prueba, el representante social solicitó a un Juez de Control otorgara el mandamiento judicial contra la imputada, el cual fue cumplimentado cuando ésta se encontraba en su domicilio, ubicado en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México.
En el momento en que fue detenida, con ella se encontraban tres de sus nietos, de 5, 8 y 9 años de edad, quienes después de recibir atención médica, ingresaron al Centro de Estancia Transitoria para Niños y Niñas de la procuraduría capitalina, donde son atendidos de manera integral para que se les restituyan todos y cada uno de sus derechos.
En la entrevista realizada a los cuatro menores que la procuraduría tiene bajo su protección, éstos refirieron que existía un quinto niño, que señalaron como su hermano más pequeño, al que su abuela, a quien ellos llaman mamá, también lo había golpeado hasta dejarlo inconsciente, que esa fue la última ocasión que lo vieron, y que incluso creyeron que estaba muerto.
Ante estas revelaciones, el agente del Ministerio Público procedió a efectuar todas las diligencias para localizarlo, así como a las madres de éstos, quienes los dejaron al cuidado de su abuela.
Las investigaciones llevaron a una coordinación estrecha con los registros civiles de la Ciudad de México y del Estado de México, para la búsqueda de las actas de nacimiento de los cinco niños; dos de ellos registrados en la capital del país y tres en la entidad mexiquense.
Al mismo tiempo, se recurrió al Sistema Desarrollo Integral para la Familia (DIF) para conocer antecedentes de los niños y de la abuela, a fin de establecer si ésta tenía denuncias anteriores.
También se entrevistó a vecinos del lugar y se ratificó que los menores y su abuela tuvieron tres cambios de domicilio durante un año.
Tras investigar cada domicilio de los familiares que se tenían registrados, se pudo conocer el paradero del niño, cuando la madre biológica de éste fue citada por sus parientes en la casa que habitaba la probable participante. La entrega del menor se logró en la colonia Río Blanco, delegación Gustavo A. Madero.
Al estar los agentes investigadores en presencia de la mamá, quien está siendo investigada, y de su hijo, observaron que éste presenta los mismos signos de violencia que la niña rescatada en diciembre de 2016.
El menor agraviado, víctima del delito de privación de la libertad, señaló a su abuela como la persona que le realizó cada una de las lesiones.
Estos datos fueron coincidentes con lo que, en su momento, narró ante el representante social la niña de 9 años de edad, recuperada por la procuraduría el pasado 3 de marzo, quien dijo que su abuela tenía encadenada a la agraviada de 7 años, y atado en el baño al de 4 años.
En entrevistas por separado, los cuatro menores coincidieron que se cambiaron constantemente de domicilio y que en una ocasión, el niño de 4 años de edad fue golpeado tres veces con un tubo hasta que quedó inconsciente tirado en el suelo, por lo que pensaron que estaba muerto.
Una vez localizado y puesto a salvo, el niño fue trasladado al Hospital Pediátrico de Peralvillo para su atención médica, donde al realizarleestudios médicos se observaron lesiones en manos y pies por ataduras prolongadas heridas y cicatrices en la cabeza y rostro, falta de dientes, deformidad en brazo derecho por fractura no atendida, deformidad en rodillas por la posición en que estuvo amarrado, cortaduras producidas con objeto punzocortante y calvicie.
Asimismo, en la cabeza presentaba diversas heridas, las cuales fueron ocasionadas con un tubo metálico y un martillo, por lo que se le practican estudios para descartar que existan daños a futuro, y brindarle la atención médica y especializada que requiera.
Por estos hechos, el agente del Ministerio Público de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes solicitará en las próximas horas la vinculación a proceso y la prisión preventiva contra la abuela de las víctimas, por el delito de privación ilegal de la libertad con la modalidad de causar un daño.
De encontrarse penalmente responsable, la imputada podría alcanzar una condena de hasta 60 años de prisión.
La carpeta de investigación sigue en integración por otros posibles delitos y la búsqueda de las madres de los menores continúa.
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