Alvaro Velázquez,
Foto: Javier Narváez
NAUCALPAN, Méx., 4 de febrero.- En lo que se perfila como un nuevo ajuste de cuentas entre presuntos distribuidores de droga que operan en este municipio, un hombre de aproximadamente 30 años de edad fue asesinado de por lo menos 20 balazos en diferentes partes de su cuerpo por un grupo de delincuentes que lo sorprendieron cuando caminaba por la calle y que le dispararon en repetidas ocasiones desde un auto en marcha.
Cometido el brutal asesinato, los presuntos homicidas se dieron a la fuga a toda velocidad, ante la mirada atónita de algunos transeúntes que aterrados corrieron en distintas direcciones en busca de un lugar seguro donde refugiarse para no ser alcanzados por alguna bala perdida.
Autoridades policiacas informaron que al parecer los presuntos asesinos son integrantes de "La Familia Michoacana", pues antes de escapar dejaron junto al cuerpo del occiso una cartulina con un narcomensaje que a la letra decía: "esto les va a pasar a todos los chapulines, atte La familia, sigues tu diablo".
Los hechos que costaron la vida de este hombre, hasta el momento desconocido, se registraron minutos antes de la una de la mañana de hoy sobre la calle Palo Gómez, en la Colonia San Rafael Chamapa, Primera Sección, en este municipio.
Algunos de los vecinos que se negaron a proporcionar sus nombres revelaron a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que el ahora occiso, quien al parecer estaba vendiendo droga, caminaba tranquilamente por la calle, cuando fue sorprendido por varios sujetos que viajaban en un auto de características desconocidas, los cuales, como si se tratara de una auténtica película de acción, sacaron de entre los cristales armas de fuego y lo asesinaron a quemarropa, al dispararle en repetidas ocasiones.
Mientras que el ahora occiso, a quien ningún de los vecinos identificó, cayó instantáneamente muerto en medio de un enorme charco de sangre, los presuntos homicidas descendieron de su unidad y después de que le dejaron una cartulina imprimieron velocidad a su vehículo para darse a la fuga y perderse entre las oscuras calles del lugar, sin que hasta el momento elementos de la Policía Ministerial que siguen brillando por su ausencia y que siguen siendo rebasados ampliamente por el hampa organizada que opera impunemente en el Estado de México, sepan nada de su identidad y posible paradero, por lo que de antemano se prevé que este crimen va a quedar impune como ya es una mala costumbre en la entidad mexiquense.
Durante las primeras inspecciones oculares que practicó en la escena del crimen, el ministerio público, informó que el ahora occiso quedó tirado boca abajo y que presentaba al menos 20 balazos en diferentes partes de su cuerpo, al parecer de pistolas calibre .9 milímetros y .38, pues en toda la zona se encontraron varios casquillos percutidos de dichas armas, además de que junto a su cuerpo se encontró la cartulina con el citado narcomensaje.
Al entrevistarse con varios de los vecinos y curiosos que se encontraban en el lugar, policías ministeriales que recogían pistas, huellas y evidencias que pudieran servirles a sus trabajos de investigación, informaron que ninguno de ellos identificó al ahora occiso e incluso aseguraron que nunca antes los habían visto por el lugar.
Ante la falta de datos y de información, las autoridades policiacas informaron que lo único que sabía del ahora occiso es que era de aproximadamente 30 años de edad, 1.60 metros de estatura, complexión delgada y que vestía un pantalón de mezclilla azul claro, playera blanca y chamarra negra, sin zapatos.
Aunque la PGJEM trata de evadir su responsabilidad en el esclarecimiento de este tipo de crímenes, al asegurar que se trata de ajustes de cuentas entre integrantes del crimen organizado y como tal estas personas "encuentran este final por inmiscuirse en este tipo actividades ilícitas", de todos modos tiene la obligación de aclararlos y de detener a los responsables para evitar que sigan haciendo de las suyas y que sean protagonistas de hechos de violencia que a final cuentas atentan contra la seguridad e integridad física de los ciudadanos que ya están hartos de tanta inseguridad y de que la policía siga brillando por su ausencia.
Foto: Javier Narváez
NAUCALPAN, Méx., 4 de febrero.- En lo que se perfila como un nuevo ajuste de cuentas entre presuntos distribuidores de droga que operan en este municipio, un hombre de aproximadamente 30 años de edad fue asesinado de por lo menos 20 balazos en diferentes partes de su cuerpo por un grupo de delincuentes que lo sorprendieron cuando caminaba por la calle y que le dispararon en repetidas ocasiones desde un auto en marcha.
Cometido el brutal asesinato, los presuntos homicidas se dieron a la fuga a toda velocidad, ante la mirada atónita de algunos transeúntes que aterrados corrieron en distintas direcciones en busca de un lugar seguro donde refugiarse para no ser alcanzados por alguna bala perdida.
Autoridades policiacas informaron que al parecer los presuntos asesinos son integrantes de "La Familia Michoacana", pues antes de escapar dejaron junto al cuerpo del occiso una cartulina con un narcomensaje que a la letra decía: "esto les va a pasar a todos los chapulines, atte La familia, sigues tu diablo".
Los hechos que costaron la vida de este hombre, hasta el momento desconocido, se registraron minutos antes de la una de la mañana de hoy sobre la calle Palo Gómez, en la Colonia San Rafael Chamapa, Primera Sección, en este municipio.
Algunos de los vecinos que se negaron a proporcionar sus nombres revelaron a elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) que el ahora occiso, quien al parecer estaba vendiendo droga, caminaba tranquilamente por la calle, cuando fue sorprendido por varios sujetos que viajaban en un auto de características desconocidas, los cuales, como si se tratara de una auténtica película de acción, sacaron de entre los cristales armas de fuego y lo asesinaron a quemarropa, al dispararle en repetidas ocasiones.
Mientras que el ahora occiso, a quien ningún de los vecinos identificó, cayó instantáneamente muerto en medio de un enorme charco de sangre, los presuntos homicidas descendieron de su unidad y después de que le dejaron una cartulina imprimieron velocidad a su vehículo para darse a la fuga y perderse entre las oscuras calles del lugar, sin que hasta el momento elementos de la Policía Ministerial que siguen brillando por su ausencia y que siguen siendo rebasados ampliamente por el hampa organizada que opera impunemente en el Estado de México, sepan nada de su identidad y posible paradero, por lo que de antemano se prevé que este crimen va a quedar impune como ya es una mala costumbre en la entidad mexiquense.
Durante las primeras inspecciones oculares que practicó en la escena del crimen, el ministerio público, informó que el ahora occiso quedó tirado boca abajo y que presentaba al menos 20 balazos en diferentes partes de su cuerpo, al parecer de pistolas calibre .9 milímetros y .38, pues en toda la zona se encontraron varios casquillos percutidos de dichas armas, además de que junto a su cuerpo se encontró la cartulina con el citado narcomensaje.
Al entrevistarse con varios de los vecinos y curiosos que se encontraban en el lugar, policías ministeriales que recogían pistas, huellas y evidencias que pudieran servirles a sus trabajos de investigación, informaron que ninguno de ellos identificó al ahora occiso e incluso aseguraron que nunca antes los habían visto por el lugar.
Ante la falta de datos y de información, las autoridades policiacas informaron que lo único que sabía del ahora occiso es que era de aproximadamente 30 años de edad, 1.60 metros de estatura, complexión delgada y que vestía un pantalón de mezclilla azul claro, playera blanca y chamarra negra, sin zapatos.
Aunque la PGJEM trata de evadir su responsabilidad en el esclarecimiento de este tipo de crímenes, al asegurar que se trata de ajustes de cuentas entre integrantes del crimen organizado y como tal estas personas "encuentran este final por inmiscuirse en este tipo actividades ilícitas", de todos modos tiene la obligación de aclararlos y de detener a los responsables para evitar que sigan haciendo de las suyas y que sean protagonistas de hechos de violencia que a final cuentas atentan contra la seguridad e integridad física de los ciudadanos que ya están hartos de tanta inseguridad y de que la policía siga brillando por su ausencia.
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