* Exhorta al Senado a dar un paso más en el desarrollo de la vida política de México al aprobar la reforma al artículo 24 de la Constitución, que ya fue avalada por la Cámara de Diputados
Por: Patricia Carrasco, LA PRENSA
Ante los sectores que se oponen a la reforma al artículo 24 de la Constitución, que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y debe pasar por la discusión en la Cámara de Senadores, la Iglesia Católica, a través de la Arquidiócesis de México, responde que "la libertad religiosa es tan prioritaria como la libertad de opinar, la libertad de conciencia, la libertad de expresión, todas ellas bajo la misma exigencia que tienen que ver con creyentes o no creyentes, con el desarrollo de la vida política o las instituciones educativas, con los medios de comunicación o los procesos electorales".
Por lo que conminó a los senadores aprobar dicha reforma, y dijo confiar en que la reflexión y el compromiso que tienen estos legisladores les permita dar un paso más hacia un México de auténticas libertades para todos sus ciudadanos.
En su editorial del semanario católico "Desde la fe", argumenta que no hay argumento más falso y tendencioso que pensar que un derecho de todos los ciudadanos deba impedirse porque puede beneficiar a una institución.
"Algunos grupos religiosos se han manifestado contra la reforma constitucional, uniéndose a algunos agnósticos y laicistas, mostrando ambos que desconocen el sentido de la reforma y que ellos mismos son los beneficiados".
De acuerdo con la opinión de la Arquidiócesis de México uno de los derechos fundamentales es la libertad de opinión, muy unida a la libertad religiosa, porque implica vivir de acuerdo con las propias convicciones, y manifestar en la propia vida los valores que orientan las acciones de cada persona.
Indicó que el principio de la libertad religiosa se apoya en nuestras sociedades modernas en la separación del Estado y las iglesias, a fin de que el primero sea el garante de la libertad de todos los ciudadanos para que puedan vivir conforme a sus distintas convicciones y a celebrar igualmente el culto religioso.
Resaltó que con el paso del tiempo la Constitución ha ido creciendo en el reconocimiento de los derechos y libertades propios de la persona humana, tal como se reconocen en los acuerdos y tratados internacionales.
Una de las notas distintivas de los países democráticos está precisamente en el respeto a tales derechos y en la promoción de los mismos en todos los niveles de la sociedad. "En cambio, nos damos cuenta de la falta de condiciones democráticas en los países donde no existe ese reconocimiento y se impiden las libertades y derechos de los ciudadanos", indicó.
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