Por: Noel F. Alvarado.
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Sangre terror y muerte fueron parte del escenario que provocó un sujeto, quien desató una persecución que concluyó al perder el control y chocar. Aún herido, sacó una arma de fuego y protagonizó una balacera en la que el fugitivo fue asesinado. Al revisar el cuerpo del baleado, el MP y los peritos descubrieron que además de las heridas de bala, presentaba golpes contusos. La persecución inició en calles de la delegación Benito Juárez y concluyó en Iztapalapa.
En la escena del hecho de violencia los investigadores encontraron mas 50 casquillos percutidos de arma de fuego de diferentes calibres, mismos que son analizados en los laboratorios de la coordinación general de servicios periciales de la procuraduría capitalina.
Las investigaciones ministeriales, periciales y de agentes de la policía investigadora continúan a fin de obtener información que los lleve a identificar al ahora occiso y se revisan sus antecedentes penales, toda vez que era un hombre con tatuajes en el cuerpo.
Fue los primeros minutos de este domingo, donde el conductor del vehículo Nissan Tiida en color negro con placas de circulación MJB-3845 ignoró la orden de dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal que realizaban su recorrido de vigilancia por calles de la colonia Portales y no se detuvo.
Contrario a detener su marcha, el conductor del Tiida negro imprimió velocidad con la intención de evitar la revisión del vehículo por alguna situación irregular, posiblemente por falta de documentos o porque llevaba consigo una pistola escuadra calibre .380, el caso es que no se detiene y se inicia la persecución.
El Tilda negro salió de la colonia Portales y se incorporó a la Calzada de Tlalpan por lo que fue perseguido por los tripulantes de las patrullas de la SSP-DF, en donde se encontraba instalado un punto de revisión del Programa Conduce Sin Alcohol.
Las unidades que se encontraban en ese reten pensaron que hasta ahí llegaría la carrera del Tiida; sin embargo el conductor cruzó el punto del Alcoholímetro derribando la barricada policiaca integrada por varios trafitambos colocados ahí.
El fugitivo siguió su carrera hasta internarse en sentido contrario al Eje 6 oriente circulando hacia la zona de Iztapalapa, pero al llegar al puente de La Viga y Río Churubusco intentó un regreso hacia Calzada de Tlalpan pero chocó contra una guarnición en donde el Nissan Tilda se apagó y ya no arrancó. Al lugar, llegan las patrullas de la policía preventiva. Ahí el conductor del vehículo, descendió, sacó una pistola y comienzó a disparar en contra de los uniformados que lo tenían copado, por lo que se desató una balacera.
Los disparos del sujeto alcanzaron a dos patrulleros, por lo que la balacera no cesa en un espacio de por lo menos sesenta metros. A consecuencia de ello, el automóvil Tiida negro recibió una serie de impactos de bala en su puerta delantera izquierda. Luego de ello, el desconocido corrió abandonando su coche, pero es alcanzado por los disparos de los agentes policiacos, por lo que cayó abatido por las balas. En la escena del crímen, quedaron regados más de treinta casquillos y ojivas.
A la escena del hecho de violencia, acudió el agente del Ministerio Público, el cual dio fe de lo sucedido, y al revisar el cuerpo, detectóno que el ahora occiso además de presentar seis heridas de arma de fuego, presentaba golpes en la cara
Sangre terror y muerte fueron parte del escenario que provocó un sujeto, quien desató una persecución que concluyó al perder el control y chocar. Aún herido, sacó una arma de fuego y protagonizó una balacera en la que el fugitivo fue asesinado. Al revisar el cuerpo del baleado, el MP y los peritos descubrieron que además de las heridas de bala, presentaba golpes contusos. La persecución inició en calles de la delegación Benito Juárez y concluyó en Iztapalapa.
En la escena del hecho de violencia los investigadores encontraron mas 50 casquillos percutidos de arma de fuego de diferentes calibres, mismos que son analizados en los laboratorios de la coordinación general de servicios periciales de la procuraduría capitalina.
Las investigaciones ministeriales, periciales y de agentes de la policía investigadora continúan a fin de obtener información que los lleve a identificar al ahora occiso y se revisan sus antecedentes penales, toda vez que era un hombre con tatuajes en el cuerpo.
Fue los primeros minutos de este domingo, donde el conductor del vehículo Nissan Tiida en color negro con placas de circulación MJB-3845 ignoró la orden de dos patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal que realizaban su recorrido de vigilancia por calles de la colonia Portales y no se detuvo.
Contrario a detener su marcha, el conductor del Tiida negro imprimió velocidad con la intención de evitar la revisión del vehículo por alguna situación irregular, posiblemente por falta de documentos o porque llevaba consigo una pistola escuadra calibre .380, el caso es que no se detiene y se inicia la persecución.
El Tilda negro salió de la colonia Portales y se incorporó a la Calzada de Tlalpan por lo que fue perseguido por los tripulantes de las patrullas de la SSP-DF, en donde se encontraba instalado un punto de revisión del Programa Conduce Sin Alcohol.
Las unidades que se encontraban en ese reten pensaron que hasta ahí llegaría la carrera del Tiida; sin embargo el conductor cruzó el punto del Alcoholímetro derribando la barricada policiaca integrada por varios trafitambos colocados ahí.
El fugitivo siguió su carrera hasta internarse en sentido contrario al Eje 6 oriente circulando hacia la zona de Iztapalapa, pero al llegar al puente de La Viga y Río Churubusco intentó un regreso hacia Calzada de Tlalpan pero chocó contra una guarnición en donde el Nissan Tilda se apagó y ya no arrancó. Al lugar, llegan las patrullas de la policía preventiva. Ahí el conductor del vehículo, descendió, sacó una pistola y comienzó a disparar en contra de los uniformados que lo tenían copado, por lo que se desató una balacera.
Los disparos del sujeto alcanzaron a dos patrulleros, por lo que la balacera no cesa en un espacio de por lo menos sesenta metros. A consecuencia de ello, el automóvil Tiida negro recibió una serie de impactos de bala en su puerta delantera izquierda. Luego de ello, el desconocido corrió abandonando su coche, pero es alcanzado por los disparos de los agentes policiacos, por lo que cayó abatido por las balas. En la escena del crímen, quedaron regados más de treinta casquillos y ojivas.
A la escena del hecho de violencia, acudió el agente del Ministerio Público, el cual dio fe de lo sucedido, y al revisar el cuerpo, detectóno que el ahora occiso además de presentar seis heridas de arma de fuego, presentaba golpes en la cara
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